2 de abril de 2009


"A veces sin embargo, la vida se nos antoja una comedia fantasma. Como sacados de un sueño, nos observamos actuar y, helados al constatar el gasto vital de energía q requiere el mantenimiento de nuestros requisitos primitivos, inquirimos estupefactos dónde ha quedado el Arte. Nuestro frenesí de muecas y miradas nos parece de pronto el colmo de la insignificancia, nuestro cálido nidito, fruto del endeudamiento de veinte años, una vana costumbre bárbara, y nuestra posición en la escala social, tan duramente alcanzada y tan eternamente precaria, de una zafia vanidad. En cuanto a nuestra descendencia, la contemplamos con una mirada nueva y horrorizada porque, sin el barniz del altruismo, el acto de reproducirse se nos antoja profundamente fuera de lugar. Sólo quedan los placeres sexuales; pero arrastrados en la corriente de la miseria primigenia, vacilan ellos también, pues la gimnasia sin el amor no encuentra cabida en el marco de nuestras lecciones aprendidas.
La eternidad se nos escapa.
Tales días,...en los que naufragan en el altar de nuestra naturaleza profunda todas las creencias románticas, políticas, intelectuales, metafísicas y morales que años de educación y de cultura han tratado de imprimir en nosotros, la sociedad, campo territorial agitado por grandes ondas jerárquicas, se sume en la nada del Sentido. Adiós a los pobres, adiós a los ricos, a los pensadores, a los investigadores, a los dirigentes, a los esclavos, a los buenos y a los malos, a los creativos y a los concienzudos, a los sindicalistas y a los individualistas, a los progresistas y a los conservadores; ya no son sino homínidos primitivos cuyas muecas y sonrisas, gestos y adornos, lenguaje y códigos, inscritos en el mapa genético del primate medio sólo significan esto: representar su papel o morir.
Esos días uno necesita desesperadamente el Arte...
Aspira con ardor a recuperar su ilusión espiritual, desea con pasión que algo lo salve de los destinos biológicos para que no se excluya de este mundo toda poesía y toda grandeza.
Entonces uno toma taza de té o ve una película de Ozu, para retraerse de las lidias y las batallas que son los usos y costumbres reservados de nuestra especie dominadora, y para imprimir a este patético teatro la marca del Arte y sus más grandes obras".
La Elegancia del Erizo, de Muriel Barbery

...Si ya sé ya sé que dije que odiaba los copia y pega y que opinaba que te abstuvieras de hacerlo tu si pretendías tener un blog que mereciera la pena, pero es que hoy iba yo caminado por la calle con los ojos demasiado clavados en los baldosines, aderezando así con ese gesto mi ánimo, a la vez que evitaba pisar diversas cacas de perros, cosa comprensible se mire por donde se mire, por mucho que digan que dan suerte. Una vez en la sala de espera de mi fisioterapeuta, he abierto éste mi libro y ante mi algo impresionante...

Mis pensamientos propios uno a uno desgranados literales en esos párrafos que os he transcrito, es más... por un momento yo misma he dudado si lo que estaba leyendo estaba ya impreso anteriormente en esas páginas; o se me estaban precipitando mis propias ideas abrumadas en hojas en blanco y mientras leía... se iban convirtiendo en ese escrito.

Así que como yo no hubiera podido describir mejor mi estado de hoy, aquí os lo dejo en forma de reseña añadiendo un "Uff..." de pretensión onomatopéyica, a la vez que os recomiendo un libro a todas luces genial que nunca viene mal por cierto.
Voy a hacerme un té... porque en días así siento que me ahogo y que no puedo hacer nada por evitar sentirme así... que cosas.

3 comentarios:

coco dijo...

Me encanta este libro. Gracias a él me leí enterito guerra y paz. Y este finde voy a ver si me compro Ana Carenina. Soy rarito, sí.

Gata dijo...

Pues yo me ando descargando películas japonesas como una loca tb gracias a él jeje
y no soy rarita...bueno un poco quizas si.
beso

Marta Parreño dijo...

Hola gata. Me alegra ver La elegancia del erizo por aqui. Mira, esta es uno de los primeros posts que escribí: http://martaparreno.blogspot.com/2008/09/la-elegancia-del-erizo.html

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