19 de mayo de 2009

Estoy descansando unos días...en la gran ciudad.
Que si, que ya sé que es una paradoja,
pero es tan cierto,
como que hoy hace un sol,
por todas partes...
de sandalias y chicas con colas de caballo.

Me empaparé un poco de bullícios,
hasta los bordes difusos de la naúsea, y
luego volveré a la tranquilidad
para contaros todo y nada,
o lo que es lo mismo para mi,
mi...todo.

y no sé porque leches hablo en verso...
es que desde lo del regalo de Bleti
ando sonriendo como si me hubiera tragado una percha
y el pecho tan fuera
como si hubiera publicado ya
mi primera antología...
No sabía que todavía me quedaran tantas dosis de autoestima

¿veís? ya estoy otra vez...

Bueno pues eso,
que ya os contare muchas cositas pronto.

Besos

13 comentarios:

Joey dijo...

La imagen de la sonrisa provocada por la ingestion de una percha es cuanto menos curiosa. Pero lo importante es tener un motivo para sonreir, que para tristezas sobran. Un saludo poetisa, me alegro de ser el primer latido de este post.

Alberto Ramos dijo...

El gancho de la percha podría confundirse con la cola de un ratón.

Gata dijo...

Joey ...eso es porque tu no ha visto mis mofletes ;P

Gata dijo...

Al,

Uhm Ñammm ...;)

Leola dijo...

Me alegro de que des señales de vida, felina. Yo no veo contradicción en descansar en la gran ciudad, a mí me gusta hacerlo también.
Un besito, que disfrutes y espero tus letras a la vuelta.

Petri dijo...

Hola princesa, ahora que he visto el proceso de tu vida, te admiro más por tu vitalidad, y tus ganas de vivir..
Aunque parezca que te rompes, solo eres flexible, vuelves a tu sitio... eres muy fuerte.

angelsmar dijo...

Pues me parece bien que te tomes un descanso, aunque sea en la ciudad, simplemente el romper con la rutina ya es mucho.
Disfruta y ta nos contarás.
Besos desde mi corazón.

Angels.

Nela dijo...

Ale niña, pues a pasarlo bien! ya nos cuentas...

Zentolo dijo...

Paradojas de la vida. Cuando vives en una ciudad grande y bulliciosa necesitas escapar a algún lugar que sea un remanso de paz. Sin embargo, cuando vives en un pueblo pequeño y tranquilo, necesitas una escapada a la ciudad para intoxicarte con sus malos hábitos...
Imposible que dejes el verso si poesía eres tu. Ahora que, con el pecho tan fuera, es normal que no dejaran de admirarte por las calles... je, je, je...

Petri dijo...

yo tampoco he vuelto a fumar. y también te echo de menos

juan dijo...

Normal que quieras ir a la ciudad,ya que una gata,con ojos de gata,es una gata CALLEJERA.No podrias ser una gata en el monte o en el rural ya que si no,serias una felina,que no es gata ni tiene ojos de gata,pero si tiene mirada felina,y te lo digo a ti,ojillos de agua marina.

Petri dijo...

Hola niña, da recuerdos de parte de dulce y cariñosa... sigo sin fumar.

Zentolo dijo...

¿Dónde estás, que nos tienes más abandonados que el desodorante? ¿Has sucumbido a los encantos de la gran ciudad?