El otro día vencí a un dragón o algo parecido. Lo logré cuando menos lo esperaba, y porque no sé si es que no me conozco una mierda, o porque aunque creo que me habito, logro sorprenderme hasta a mi misma. Soy un misterio incluso para mi y eso a veces os juro que me inquieta.

El caso es que pasa cerca de mi casa y que de vez en cuando se le escucha, o como yo no voy a dedicarme a vender pisos nunca aquí, la verdad es que a vosotros os confesaré que se le escucha cantidades ingentes de "de vez en cuando" que de vez a secas. Pero es uno de esos sonidos que arrullan con forma de mecedora con mantita a cuadros roja y negra, como los grillos en las noches de verano..., las urracas en la sierra entre los abrazos de pinos y brisas, la puerta del horno dejando escapar fiestas de canelas.

Algo así...

Conecta casi la puerta de mi casa en exactamente 25 minutos con el Tio Pepe y su sombrero. Y yo adoro pasear por el centro de Madrid mientras tenga más de una o dos vías de escape a mi servicio.

Yo no sabía nada de fobias, en mi casa las arañas se sientan a mi mesa o son trasportadas suavemente hasta alguna hoja del jardín; claustrofobias no tengo, es más el claustro de Santo Domingo de Silos me parece una obra maestra donde las haya demasiado perfecta para ser divina; miedo a la soledad no tengo, más bien es odio, pero eso va en caracteres. Yo hablo hasta con mis pájaros, poquito pero hablar hablo; miedo a volar tengo un pelin, pero me monto, aprieto los dientes y pienso en el destino, normalmente mi adorado Marruecos tanto que en mi círculo de amigos ya me llaman "la Carmina"; pero el caso es que bromas aparte llevaba como unos cuatro años sin poder coger literalmente el tren sola para ir a los madriles, sencillamente pensaba en ello y me daba un "noseque" por dentro muy extraño. Sabía las causas que no son más que dos, la imagen del tren del 11-M que se clavó en mi retina y saber que no me pilló el atentado en Atocha, porque el día 10 de Marzo del 2004 cené con un amigo exactamente en el Restaurante Tres Mares de Madrid y me pillé una a albariños memorable por lo que nos quedamos dormidos y si hubieramos tenido que ir al trabajo habríamos llegado tarde...Y la segunda razón es que infinidad de veces que he ido sola en tren a trabajar o sea siempre me he encontrado mal por mis maladies de salud y la verdad es que no es agradable marearte y estar sola en algo que se mueve rodeada de extraños. La verdad es que se pasa mal y uno no hace más que recular. Supongo que es un mecanismo normal. Tampoco es tan grave el tema como para ir a un loquero para que empiece a hacerme preguntas sobre mi madre. ¡Joder! ¿quién coño se lleva bien con su madre? . Tengo una amiga que lleva yendo al mismo psicólogo desde que tiene veinte años y dice que es "un profesional como la copa de un pino". Y a mi cada vez que la escucho decir eso, me entran ganas de liarle un porro de Marijuana para que se enganche a algo por lo menos más barato...

El caso es que hice como esa vez en el barco de un amigo en la que les pegué un susto de muerte a todos. De sobra es por todo mi círculo conocido el pavor; no, esperad... terror; No, es más...un miedo incontrolable e histérico,...a cualquier agua que no se beba. Vamos que me pongo a temblar como una hoja, porque como buen gato por no saber, no sé ni nadar, ya...ya...pero bueno que se le va a hacer. ¿Alguien quiere ponerme la mano en la barriguita para que yo pueda mover los bracitos y las piernas a ver que tal ahora? Emm....¿Billy? jejej...
¿Qué hice? Pues después de montarla bien en el puerto, porque no quería subirme ni de broma en el maldito barco y dejarme al final convencer casi al borde de la lágrima, me puse un chaleco y me tiré al agua en mar abierto, porque sencillamente tenía calor...Nunca más después de esto, volvieron a hacerme caso ni a mi, ni a mis fobias y ahora me pegan una patada en el culo y me meten en el barco, o me meten un libro entre los dientes y me aparcan en el puerto, o me meten algo en algún sitio si me quejo, pero nunca ni lo que quiero, ni lo que espero... ¡Cachis en la mar!

¿Por dónde iba yo? Ah..sí. Pues que me pasó lo mismo el otro día y sin pensarlo me puse toda mona y me monté en el tren sin respirar y solita. Os parecerá una tontería, pero para mi fue algo importante. No me gusta tener limitaciones. Y la verdad es que no sé muy bien, porqué cuento estas cosas tan íntimas aquí,...para empezar no sé si os estoy dando la brasa al personal, pero como no me van los copia pega de Bucay y tampoco Bucay me parece que os vais a tener que.....
Pues eso.

Y me di un pedazo de paseo por la calle Preciados que me supo a gloria, igualito que los pecados primeros clandestinos y solitarios, y la estación de Sol de tren está muy "apaña" pero por abajo, porque por arriba aún no han terminado las obras y por ello el Tio Pepe está harto, lleno de polvo y no para de estornudar. Luego caminé por la calle Arenal la cual han convertido en peatonal paralelamente hablando, porque perpendicularmente hablando está llena de humos, pero en esas paralelas era tan peatonal, que se me perdían los lugares de antes sin la referencia de los coches, y sobre todo sin semáforos, y es que el Joy Eslava y el Callejón de San Ginés que yo siempre creí hasta el otro día que me desmintió la Wilki, que se trataba del antiguo Callejón del Gato de Valle-Inclán y sus "Luces de Bohemia", con Zaratustra parapetado detrás de su Librería del Rincón de San Ginés, no parecen ya los mismos sin los pitidos...¡Quién lo diría!.
Estuve ojeando libros largo rato. Poesía mezclada con " Cuidar su acuario: consejos prácticos", Revistas Elle antiguas de los años 80 repletas de publicidades (defecto profesional) tronchantes por el look ochentero que se gastaban. Diez años más tarde trabajaría para esa editorial durante cinco. Mi Zaratustra particular se cortaba las uñas dentro de la librería y éstas saltaban por y entre los libros con descaro, discutía bajito con su hija de unos cuarenta y muchos y cara de tristeza inacabable. Ella dijo: "yo ya no puedo hacer más" y colocó de un sólo golpe seco a modo de punto y final en la primera estantería de la calle, un libro enorme muy alto, tan alto... que yo creo que no lo van a vender nunca, por eso y porque se titula "El Caracol". Yo me pregunté si ella sabría que el padre de su padre había sido para mi mi Zaratustra equivocado particular durante años y si habría leído alguna vez "Luces de Bohemia". Pero miré su cara y sin atreverme a decir ni "mu" seguí ojeando "los cuidados de los Gupis" como si me fuera la vida en ello. La verdad se que fuí un poco mala y me encontré pensando "otra que quizás ahora necesitaría un porro con urgencia..." . Luego vino a buscarme mi amigo David que el único defecto que tiene es que es gay, y digo defecto, porque sino correría un serio peligro en mi presencia. Es alguien a quien quiero mucho. Y fin de la excursión...

Bueno pues a lo que iba que el otro día vencí a un dragón definitivamente, que en Sol hay muchas obras, que Zaratustra se cortó las uñas malamente, que aprendí mucho sobre los gupis y que del dolor de cabeza ando mucho mejor y lo más importante de todo
que sois todos unos solecitos...