8 de agosto de 2009

Pechugas a la cerveza...

Que no...

Para nada...

No penséis mal...aunque ya sé que tratándose de mi os puede resultar "harto difícil" (me encantan las frases que huelen a otras épocas. ¿Por qué la gente ya no hablara así?. ¿Por qué no usaremos palabras como obice u oblongo o azorado...). Estoy leyendo un libro que sinceramente me está resultando delicioso al paladar. Está bien narrado, tiene el ritmo adecuado, intriga, ... y si ya os digo cual es supongo que sería lo mejor, se trata de "El juego del Angel". Rúiz Zafón me recuerda a Valle-Inclán, salvando las distancias prudentemente, claro está, pero lo cierto es que tiene un gracejo que recuerda a la ironía española de esa Generación del 98. El personaje de Sempere el librero me tiene atrapada como no podía ser menos, cuando dice cosas como "Prepararé un suculento almuerzo de pan con pasas y queso fresco de Burgos. Con eso y El Conde de Montecristo se pueden sobrevivir cien años (...)". La verdad es que hay libros con los que uno no se siente tan solo ¿verdad?.

Y yo como no sabía que entrar a contaros, excepto que esta noche me piro a cenar a la Sierra porque en Madrid estamos que pegamos saltos por la calle debido a la temperatura de los adoquines...pues vengo a dejaros una recetita de cocina por si os apetece un día de estos poneros a "ello...¡oye!" (esto es de Martes y Trece grandes creadores de frases celebres también a su manera donde los haya...)

Se cogen cuatro pechugas con las manos...

de pollo

se filetean, se salan y se enharinan (¡jesús, cuánto prefijo!) Se fríen lentamente en poco aceite (estoy de regimen ¿qué pasa? ...) hasta casi dorar (no te pases que sino te quedas sin empastes). Se reservan (que bonita me ha parecido siempre esta expresión de las recetas ¿no creeís?) en una fuente.

En otra sartén paralelamente (ya le he cogido el gustillo y voy de corrido a cantar la receta de forma fina) se fríen a fuego lento las rodajas finitas de las cuatro o cinco cebollas grandes que hemos partido previamente. Cuando la cebolla esté pochada (este termino sin embargo siempre me ha parecido un poco casposo en una receta...) sin apagar la lumbre (me encanta esta palabra, da calor por si misma, como un beso de esos...lento y suavecito...) invitamos a la cebolla a una cerveza tostada entera. Vamos que la viertas encima de la cebolla de la sartén. (No te bebas ni un poquito que te veo, ¡eh! jeje...) . Soy una gran experta en cerveza no os digo más, así que no seaís ratas e id a comprar una Leffe al Corte o a algún rinconcito gourmet (es importante. Así que deja esa Mahou en la nevera que está muy bien para ver el futbol, pero punto pelota. Que no, ...que me da igual que sea Cinco Estrellas que es la misma ....(eso) Joeee...Y a fuego lento
dejas reducir la cerveza unos dos o tres minutos. Apagar el fuego y verter la cebolla encima de las pechugas de pollo, esas que teníamos reservadas "pa" esto mismo...

Aconsejo que lo acompañéis de un arroz meloso blanco. (se hace con mantequilla a fuego lento y una "jarta" de cebolla, pero no entran en ningún régimen así que abrete un tomate como yo y te aguantas...)

Para que luego no digáis que no os cuido.

¡Hala! me voy al sofá a ver una película piratilla y a echar una siesta justo por ese orden, para luego ponerme guapa e ir a comerme un arroz con bogavante que las pechugas están muy bien, pero como que te quedas con hambre ...

jeje..

besitos y pasad buen finde.

6 comentarios:

Jose Zúñiga dijo...

Muy buenas las pechugas. El bopgavante, también.

Nela dijo...

Jajaja! Casi que te he visto con el mandil ejecutando la receta. A mí no me quedaría igual, ya que para quien me gustaría cocinarla es celíaco, así que ni harina ni cerveza buena. (Pero el vogabante sí que puede, eh?)
Por cierto, muy bueno el libro. Cuando me lo estaba leyendo me iba a pasear por todas esas calles de la Ribera, ahora llamado Born (porque existen, eh?) y me parecía estar dentro de la historia. Si algún día vienes por aquí, te encantará.
Besos y buen fin de semana!

hécuba dijo...

Lo mejor de la receta, los comentarios que haces :). Luego ya sabes que a partir de esta receta se pueden realizar infinidad de variaciones: pollo a la sidra, al vino blanco... pavo a la cerveza, congrio a la cerveza (esto lo he hecho yo y está buenísimo), etc...
Saludos!

Silencios dijo...

Jajajajajaja .... GRACIAS.

Muy divertida la receta, me recuerdas a una persona no muy lejana.

La apuntaré para no olvidarla aunque mi fuerte NO es la cocina...

Yo solo cocino Difuntos, para el arcón (ups)
Besines Gatita

Fiebre dijo...

Hacía tiempo que no cocinaba pollo a la cerveza. Me has dado una idea.

Con lo del juego del Angel me pasó al contrario que a ti. Me esperaba mucho -La Sombra del Viento me encantó-. Pero este segundo me pareció muy previsible. Digamos que "las veía todas venir" y no me enganchó.
A lo mejor según te pille el cuerpo, reaccionas de una u otra manera a un libro.
Supongo que pasa como con los hombres ;)

juan dijo...

a mi la palabra que me gusta en la cocina es "a fuego lento" suena a ternura,calma,dulcura con cariño...
ESTOY E ACUERDO CONTIGO CON LO DE LA CHERVI.
P.D. Le dire ami mama que m eprepare tu receta ejjej