"En el sur de Marruecos hay un viento en forma de torbellino, el aajejm contra el que los fellahin se defienden con cuchillos. Otro es el africo, que a veces ha logrado llegar hasta la ciudad de Roma. El alm viento otoñal, procede de Yugoslavia. El arifi, también llamado aref o rifi, abrasa todo a su paso con sus numerosas lenguas. Esos son vientos permanentes, que viven en el presente...
Hay otros menos constantes, que cambian de dirección y pueden derribar un caballo y su jinete y se reorientan en sentido contrario a las agujas del reloj. El bist roz azota Afganistan durante ciento setenta días...y entierra aldeas enteras. Otro es el caliente y seco ghibli, procedente de Tunez, que da vueltas y vueltas y ataca al sistema nervioso. El haboob es una repentina tormenta de polvo procedente del Sudán que se adorna con brillantes cortinas doradas de mil metros de altura y va seguida siempre de lluvía...El harmattan sopla y después se pierde en el Atlántico. Imbat es una brisa marina del África septentrional. Algunos vientos sin embargo, tan sólo se limitan a suspirar hacia el cielo..."
Michael Ondaatje. "El Paciente Inglés"
No sabía que el haboob pudiera soplar también dentro de las personas.
Hoy podría aseguraros que es posible...
6 comentarios:
Me muero de ganas de sentir el desierto. A veces pienso que el desierto es un estado de ánimo, un sentimiento...
Qué envidia!
Q bonito hablas ;)
ehhhhmmmmm, no me llaman nada los vientos desérticos lejanos Gata y si me llaman no los oígo. Tengo un oído limitado a la estricta voráz y desconcocida cercanía pero no me hagas mucho caso...
Bella canción.. todo es posible..
Un abrazo
Saludos fraternos..
hay esos días malos....
A veces necesitamos el empuje de la vida, el viento puede ser buen alimento para seguir caminando!
Un abrazo.
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