Corría una tarde de lluvía allá por el 99 en la que ambos reclinabamos la cabeza en mi libro de matemáticas, para tratar al menos yo de encontrarle una explicación al mundo, y mi amigo y profesor, con la sóla esperanza de que comprendiera, aunque sólo fuera una de las integrales inmediatas. Me contó que tenía un sueño: tomar un té en el Sahara acompañado de los que saben hablar con las arenas. ¿Te lo imaginas? -dijo- escuchar en su idioma los más bellos cuentos al arrullo del fuego, sin entender ni una sola de sus palabras, ¿te imaginas el sabor del té en los labios, derramarse en tu garganta mientras la arena fría sostiene tu cuerpo y las estrellas te observan estáticas desde allá arriba, una al lado de la otra, tan cerca que podrían convertirse en ejercitos de antorchas?
Conocí a Charm exactamente el 17 de Marzo del 2008 en la esquina del número 33 de la Rue Moaussine justo enfrente del Café Bouganville de Marrakech . Mi compañera de viaje se encontró mal después de comer y decidió descansar en el hotel toda la tarde, y yo salí un rato a pasear por el zoco.
Me llamo Charm - dijo en perfecto francés. ¿Charm?. Sí, exacto, igualito que "encanto en inglés"- dejándo tras la aclaración ligüistica a la vista, y por culpa de su sonrisa una ristra de dientes perfectos blancos y enormes.- ¿Quieres entrar a tomar un té?.
Yo le observé despacio, llevaba una impecable chilava hasta los pies blanca y beige, un pañuelo blanco que le tapaba parte del canoso cabello y la capucha de la chilava elevada que servía más de excusa para soporte de unas gafas redondas estilo John Lenon, que para completar de forma conveniente el atuendo de un hombre temeroso en exceso de Alá. Me gustaron sus dientes y su sonrisa, sus manos grandes francas y arrugadas, su cuerpo entrado ya en años, envalentonado por una confianza brava en los, probablemente para él aún no perdidos atributos de su sexo, y le dije "si".
Extendió la mano unos milimetros volviendo real con el gesto de su muñeca, la espléndida y larga alfombra de lana que servía a la vez de puerta, maravilla, reclamo, pomo y aldaba de los sueños hasta su tienda. La levantó lo justo para permitirme el acceso al interior, su cercanía era una agradable mezcla de almizcle y menta . Rozando esas alfombras elaboradas a mano, pensé en todas aquellas personas que las tejieron lentamente, en todas las cosas que se les habrían pasado por la cabeza mientras barajaban los hilos de colores, mientras los clavaban en las puntas de sus agujas. Él, caminó a mi alrededor encendiendo lentamente decenas de farolillos transparentes con velas blancas en su interior. Mientras, dos muchachos aparecíeron por uno de los laterales y depositaron en el suelo también alfombrado, dos pequeños vasos de cristal enamorados de filigrana y una tetera que inspiraba vahos de hierbabuena. Fuera continuaba atenuada la vida inalterable, pasajera, los voceos de los vendedores, los cascabeles de las bestias de carga, shukran, ahlan wa sahlan, ala al yassar...el sol colándose dentro de los hilos de alguna de las alfombras y jugueteando con los espejos del interior, las velas..los recuerdos, el té.
- ¿Qué te gusta de Marruecos? ¿Comprar? ¿el zoco?
- Vuestras miradas, los olores, los colores, el sol aquí, el ruido a vida real de allá afuera...
- ¿Es tu primera vez?
- He venido buscando a alguien
- ¿Él vive aquí?.
- No, no está aquí...
- Entonces ¿es aquí donde logras verle...?
- El día 23 será su cumpleaños- asintiéndo con un leve movimiento de cabeza como respuesta a su pregunta.
- Seguro que sabe que piensas en él. ¿Sabes? aquí hay una alfombra que me recuerda mucho a ti, su color es el del océano, el único lugar donde si quieres, puedes perder algo para siempre, ahí y en el desierto, pero esto es por la forma de cresta de olas de sus dunas....
- ¿Cómo puedes arrancarte a alguien de dentro cuando duele?
Tomó unos sorbos de su té y se acercó lentamente a mi, abrió mis labios con sus manos y me dió de beber con su boca. Luego me besó:
- El único modo de olvidar Gema es convertirse en océano, no en lago. El té sólo endulzara tu camino mientras no consigas ver las formas de olas de las dunas en la soledad del desierto.
Me tomé ese té en el desierto. El sol decidió marcharse a otro lugar del mundo. No encontré dunas con forma de cresta de olas, sólo pude ver arena...
Lo volví a intentar dos años más tarde, de nuevo sólo ví arenas...
Arenas...
Arenas, que podrían llenar cientos
y cientos de relojes...
Ayer hizo dos años de aquel consejo.
Ayer volvió a ser tu cumpleaños.
Felicidades.
vuelo
-
*martes, 19 agosto 2025. *Tengo que coger un avión y llego tarde (es el
mismo avión que en otros sueños, una especie de habitación metálica con
varios aien...
Hace 9 horas
13 comentarios:
Me cagon la puta . Que bonito snif snif que bonito no puedo con la vida. Todo emocionado ,mocoso y,que doy fatiguita de verme,que bonito ,y como me gustaría no saber leer,pa qué,pa esto,pa quedarme sin clinex sin rollo de cocna y sin papel del water.
Eso me pasa por saberte.
¿Porque no escribes un libro?
(No lo digo en plan, mira que buena idea te doy, no. Me lo pregunto, por que no) el día que aprenda a poner bien los porques separados o juntos y con tilde correcta, morire o algo por el estilo.
No es que me hayas dejado con ganas de mas, es que has despertado el deseo.
Besitos.
Despues de un tiempo paso a visitarte y me encuentro con algo tan bonito como lo que has escrito.Un beso
Yo de esa experiencia me acordaría toda la vida, magnífico relato ¿real?
Un relato impresionante.
Estoy con anonimo e Incara
Un abrazo
Collons Gema, ser océno o lago... ya me has dao la noche. Ese tío es un crack!
Y si, los cumpleaños de los que estan lejos (muy lejos), duelen. Otro año más.
madre de dios que grande lo que acabo de leer. Ha sido expectacular, y te lo digo muy en serio. Cada vez estoy encontrando mas placer en venir a visitar tu hogar y creo que el nivel placentero esta muy alto jejeje.
La verdad es que me has despertado las ganas de correr al desierto y susurrar a la arena...
Besicos
Anónimo: sabes que a ti, cuando se te acabe todo lo demás, siempre te quedará mi blusa o mi falda, pero sólo arrancarlas o secarte las lágrimas por favor ;P
Incara, gracias. No sabes lo que agradezco esto que me has dicho. En cuanto a tu pregunta, no sé que contestarte. En la facultad tenía una profesora de redacción que me dijo algo que nunca olvidaré: para escribir, uno tiene que haber vivido lo que se escribe antes, para contarlo y que los demás sean capaces de vivir lo mismo. Supongo que aún me queda mucho por vivir, prefiero eso a inventar. Pero algún día sé que algo saldrá de mi. No sé si un libro, o una hoja o diez, sólo sé que escribiendo siempre ha sido la forma con la que mejor he logrado comunicarme hasta conmigo misma desde que tenía más o menos seis años. Un besito guapa
Runas, cuanto tiempo cariño. Espero que todo esté bien.
Excompi; hola ;) Sí, todas las cosas que cuento en este blog son reales. Un besito
Otro Beso Montse. A ver si te llamo. Muack
Nela ¿a qué si? este año he vuelto a verle y le compré esa alfombra que ahora está en mi salón. Su tienda está justo enfrente de ese café que menciono en medio del zoco. Si algún día vas a Marrakech puedes ir a verla. Besos
Arte: el placer siempre puede alcanzar cotas mucho más altas. Cuando lo desees puedo demostrártelo ;P
Belén: Vamonos juntas, anda...
Necesito volver ya
Un beso
El desierto tiene un encanto especial. Momentos que parece que sólo sean reales en los sueños. Amaneceres de pelicula y músicas y sonidos sólo para elegidos.
Sorbos exquisitos para almas especiales.
Eres una de ellas.
Maravilloso relato. Yo sí tomé ese té en el desierto, hace ya michos años, demasiados quizá.
Hoy sigo pensando en la cima de la duna que escalé. No era la cresta de una ola pero era algo nuevo ver tanta tierra depositada como si nada y sobre todo, limpia...
Un placer visitar tu blog.
Un abrazo, josef.
Entonces Gata jejeje, te reto a elevarme la cota de mi placer.
Besos
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