Y es que ayer quedé con mi amigo David para cenar y cuando le abrazo, porque me abraza y nos quedamos unos momentos así, sin decir nada, yo abrazo una época entera, aquella en la que te conocí, cuando le contaba lo dulces que eran tus besos, que estabas en mi vida y que no tenía ni puñetera idea de lo que iba a hacer contigo y tú, menos conmigo.
Me encanta sentirle. Vuelves nítido...
Sólo que regresé a casa de mi hermana más triste que el paso de la Virgen de la Paz de Sevilla, que se las pasa llorando guardada en su cripta todo el año, sin que nadie la mire siquiera, hasta que en Semana Santa da su paseo y te juro que nunca antes había visto lágrimas más ciertas en la cara de nadie que pareciera de mentira, ni siquiera en la tuya, aquella vez, bajo aquella lluvía, dentro de tu coche que de repente se transformó en galaxia, sólo porque tu respirabas a mi lado.
Al dejarme en casa de mi hermana me dijo que teníamos que ir al cine. Es como un ritual, siempre lo prometemos, pero luego nunca, jamás quedamos para ir. Una vez al mes nos vomitamos la vida frente a una o dos o cuatro copas, y luego nos retiramos a recopilar por separado hasta la próxima. Me gusta tener rituales con sus manos largas y su sonrisa de caña de azúcar. Hace que me sienta a salvo, y nunca he sabido porqué... Este año hemos no-visto la última de Woody Allen, Avatar en 3D, y ayer le propuse la de la Alicia de Burton, cuando en realidad tenía en la cabeza la de Faith Akin, "Soul Kitchen". De todas formas daba igual, no es lo mismo quedar para ir a ver una película, que quedar para - no verla-, así que ni siquiera la mencioné, sobre todo porque él iba a preguntarme ¿quién era ese director? y yo iba a acabar contándole como se me desvainicaba el alma cada vez que pronunciabas con tus labios, el nombre de su actor fetiche, Birol Ünel, y no podía ser...
Me cuesta mucho que la gente me abrace, tuve que alejarme de todo para sentirme a salvo, incluso y sobre todo de las pieles, todo para encontrar alguna clase de calma incierta, lo cual es un contrasentido, lo de la calma digo...
Tuve que encontrar un agujero profundo donde sentirme a salvo, desde el que contemplar las nubes pasar allá arriba, y conformarme, con recordar allí aquello que tuvimos, tu olor, los arabescos de tu lengua, y así se lo dije a mi amigo: "Todo acabó para mi" y él dijo: "no me puedo creer que digas eso. ¿Tu?..." .
"No quiero. Eso no va a pasar. Estoy bien. Es sólo que a veces duele. Pero este es mi sitio, ahora sé que tengo que cuidar de alguien. La vida es más sencilla de lo que creemos y más puta de lo que parece. Además no salgo nunca de casa. No merece la pena pisar allá afuera por cualquiera. Los libros son suficientes. Lo que está escrito es de ley y nunca podría decepcionarte o astillarte por dentro. Las personas tienen vértices y yo vivo en un agujero y es redondo..."
Luego volví a casa de mi hermana, la de la paella. Y al levantar la cabeza en la oscuridad, presentí pasar las nubes. Apagué la luz con un sólo giro de muñeca (en una circunferencia está casi todo a mano) Me hice una rosquilla y me dormí de nuevo.
Allí,
donde todo aún es posible,
hasta si lo deseo...
volver a verte,
besarte
o
derruirte...
vuelo
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*martes, 19 agosto 2025. *Tengo que coger un avión y llego tarde (es el
mismo avión que en otros sueños, una especie de habitación metálica con
varios aien...
Hace 9 horas
7 comentarios:
Cómo lo clavas, puñetera....
que texto tan bueno. Lleno de encuentros que en realidad son casi desencuentros de la vida...Yo tampoco salgo de mi cueva.
besos!
Y yo que deseo estar mas tiempo en mi cueva como dice moderato.
No se porque al leer el post me recordó a algo que lei cuando era jovencita, no se que libro era y menos el escritor, pero la frase era algo asi como que "el corazón de una mujer era como un océano profundo, que nunca se podría llegar a saber que contenía". Y es verdad solo una misma sabe todo lo que ahi lleva. (Estoy trascendental..., ni caso)
Besitos
Me encantas. Tim Burton, no.
Los cómplices sirven para nuestros planes y para nuestras desganas también, y aunque haya momentos donde nuestro pensar es ocre, sentimos la necesidad de gritar sin mascaras.
Es un texto buenísimo. Y estoy loca por ver esa peli.
Un besico.
Preciosa entrada....me encantaría escribir así...
Un beso grande!
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