1 de junio de 2010

One

Un día fue a buscarme a la puerta del trabajo. Caminamos hasta el Retiro y nos sentamos en un banco que había estado allí esperándonos desde hacía..ni se sabe. Yo, tenía tanto frío con él, sin él, que le pedí un abrazo pequeñito, él sonrío y dijo:

- No sé que voy a hacer contigo.

Y entonces yo le dije:


- No hagas nada,...

Quiero ser como esas cosas que uno guarda años en estantes, que no sabes porqué, pero que forman parte de tu paisaje cotidiano y que ayudan a sentirse a salvo. Quiero ser una entrada de cine antigua en tu bolsillo, una moneda colada en el forro de tu cazadora, esa vela que enciendes algunas veces y que guardas en un armario al lado de tu cama, quiero ser ese libro que no leíste, pero nunca guardas en su sitio, y esa lista de cosas que no has hecho. Quiero ser ese desorden de tu mesa, al que no apetece dar explicación, y que te acompaña esos días que escribes cosas en cuadernos. Quiero ser ese trozo de papel con algo apuntado que no recuerdas, y que mueves de un lado a otro, y que no tiras, por si algún día de repente, sabes porque ha estado ahí todo ese tiempo...

Un trozo de tela descosido en tu bolsillo, con el que juegan tus manos los días de frío y lluvía y que no arreglas, porque nunca recuerdas hacerlo, hasta que pasa otra estación y vuelves a pensarlo...

Lo que vale un abrazo tuyo, vale ser una cosa de esas para siempre..."

Me escuchó en silencio muy serio, y luego más en silencio si cabe todavía, cogió mi cara entre sus manos. Siempre acariciaba mi cara antes de besarme, de besarme con un beso de esos, con uno de esos que yo no sé explicar. Posaba sus labios en mi boca y ocurría. Creo que es la única cosa del mundo que yo no sabría explicar con ninguna cosa parecida a una palabra. Yo, creía, que me habían besado muchas veces antes.Yo caminaba y era besos. Pero un día hizo eso por primera vez, y yo me volví agua, como Amelie, como el Sena, como creo que les debe de pasar a los sapitos de las charcas con las princesas, me volví agua...

Luego otro día, se marchó, le
entró miedo y se fue, o le entró la vida, o la gripe que ese año fue muy mala, o alguna batalla perdida de antemano, o un cataclismo entero o algo muy importante que hacer, y a partir de entonces, y aunque él nunca jamás lo sepa,

Yo,
me quedé sin labios para el mundo...


5 comentarios:

Espera a la primavera, B... dijo...

Tienes un don, gata, no sé si eres consciente de él en toda su justa medida.
A veces pienso que buscas fuera lo que tienes dentro, que buscas espejos para no mirarte, que tienes algo que contar pero que no sientes la necesidad de contar.

Y sin embargo, a veces te vuelves de repente primavera. Como ahora. Y entonces, a mí se me acaban las palabras y no sé qué decir y escribo y releo y borro y me desespero por no encontrar algo que se parezca, aunque sea de lejos, a lo que quisiera decir.

Te deseo toda la suerte del mundo

Gata dijo...

Pues mira que hemos "hablao" después por msm y todavía no me he enterado de lo que me querías decir... ¿cómo era? ¿sensibilidad inteligente? Tu crees en serio que haya alguna sensibilidad inteligente? no te parece un contrasentido? jejeje

Gracias amigo yo a ti tb. Te aprecio. Buen viaje

Tonetxo dijo...

Leer esas gotitas de esencia pura, me sobrepasa. Creo que se llama ensimismamiento lo que me acontece cuando te releo una docena de veces. ¿O se dice embriaguez?
Me deshaces.
Sigue así muchísimo tiempo...

Darío dijo...

Precioso, gatita, pero el final es de ensueños. Yo hubiese querido parir esa frase.

Cesc Sales dijo...

Lo tuyo con U2 parece que es una enfermedad... de la cual jamás deseo curarme!!!

Simplemente UNicO!

Besos