24 de agosto de 2010

Pulseras en el coure

Cuando uno está mal, hecho mierda, vaya... escucha de todo:

podría ser peor (¿en serio?), no me gustaría estar en tu lugar (está se lleva sin duda el premio gordo), el tiempo tiene la última palabra ( joder, con la discrección del tiempo, es el único que debería volverse una cotilla y todos se lo ibamos a perdonar) , será la ovulación (está soy yo con un trozo de chocolate en la mano), no lo pienses ( em...vale, esta es Escarlata O´hara), confía (escueto, pero esperanzador), descansa (¿dónde coño lo hago?), silencio con grillos de fondo- trás la narración de la cosa en sí que nos desocupa el corazón (a veces se agradece, pero de fondo, cuando ocurre, y porque siempre tengo ese fondo- yo digo- irónico erótico festivo escucho esa musiquita del concurso 123 hasta que las hermanas Hurtado hacían sonar una campana y decían: campana y se acabó), mujer no es para tanto (será hijo de p*), todo pasa (este se ha leído a Bucay por kilos).
Vacío familiar (este es el que más duele y no sabes como hacer para que deje de doler)


Ayer trás un paseo en bici con mi amigo Albert Rigart, por mi pueblo de adopción y el de Contador, al que no abrazaba desde hacía dos años, aunque para esto haya tenido que venir de China directo a Pinto como quien no quiere la cosa, sólo porque yo lo necesitaba, me sentí mejor. Me dijo muchas, muchas cosas, mirándome a los ojos, con esos ojos que han visto tantas cosas en este mundo que yo nunca veré, con esas pupilas llenas de sonrisas en la India a pesar de no tener nada entre las manos, ni para llevarse a la boca, con ese marrón lleno de miles de campos de arrozales de punta a punta de Asia, con esos ojos, y no otros, me habló sobre todo del universo:

Hablalé - dijo - pídele lo que deseas y te lo dará si estás preparada, dijo eso y un kilo de abrazos y medio, y yo me quedé pensando en qué coño es lo que quiero, quiero ser feliz (manda huevos y quien no), quiero que las cosas sean siempre sencillas, y sobre todo quiero, sobre todo: dejar de sentir este cansancio síndrome Altas sobre la espalda.

No sé como se hace - me digo para más adentro cada vez, mientras muerdo otra onza de chocolate- estoy en ello, es a lo que voy a ir a muerte, es lo que sé que necesito, es la clave, será el final y el principio a la vez.

¿Será? ....

No me hagáis, pero ni caso... (era hablar por no estar callada y de paso deciros: hola que hacía mucho tiempo o al menos eso me parecía a mi)


¿Me sujetas esto un momentito que tengo que ir a mear?- le dijo un día Átlas a Hércules.

Pues eso...





China 3.0 Sur de China
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Te quiero mucho cielo, le pido al Universo que nunca jamás me prive de un amigo como tu. Gracias por la pulserita del Tibet. lo mejor es que tu me la pusieras en la muñeca. ;-) Nos vemos muy pronto. Muaaack

4 comentarios:

Jose Zúñiga dijo...

Pues te ha salido como de un tirón y tiene gancho y dice muchas verdades verdaderas y no, no vaya usted a la muerte, mejor sujeto lo que ea mientras mea.

la reina del mambo dijo...

Muchas verdades, de esas de decir- váyase usted al cuerno con sus consejos incluido Bucay.
Saludos

Darío dijo...

Esos son amiguitos!

Anónimo dijo...

¡Me ha encantado! ¡Qué bien resumes tantas verdades! Y me gusta la naturalidad como lo dices...

Si te sirve de consuelo, yo tb estoy pasando un momento algo chungo (por no decir más) y lo único que me ayuda es mi blog. Por primera vez en la vida me he hecho amiga del silencio de las palabras... Mucho dicen y muchos estados de ánimos plasman.

Permíteme que yo te de ahora un abrazo ConSENTIDO,

Amber