Él siempre se está quejando de que no le digo que le quiero.
A veces se enfurruña, y entonces le salen muchas arruguitas, tantas que las acariciaría todas, una por una, despacito, con la yema de mis dedos, con mi lengua deteniéndose, como le acaricio otras cosas
sólo a él...
Pero no me da tiempo, en dos minutos se ríe de alguna de mis tonterías, y las arruguitas le desaparecen, y va y me dice: "mi vida" o "cariño ¿sabes qué...?" y yo me quedo en silencio, suspendida en esas dos palabras que son sólo para mi, columpiándome a solas, sonriendo por dentro, y le miro con mis ojos a sus ojos, y le digo muchas cosas, las que hacen falta y las que no, también
y las yemas de mis dedos y mi lengua tienen que irse con la música a otra parte.
Y estoy harta. Un día se lo voy a decir: no te rías más, que no me da tiempo, que quiero acariciar, despacito, una por una, con la yema de mis dedos y mi boca todas esas arruguitas para saber cuantas hay de una maldita vez, un día de esos en los que después de todo, lo que somos,
vuelvas a decirme que nunca te digo que te quiero...
Para mi maldito irlandés
vuelo
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*martes, 19 agosto 2025. *Tengo que coger un avión y llego tarde (es el
mismo avión que en otros sueños, una especie de habitación metálica con
varios aien...
Hace 9 horas
4 comentarios:
jooo que lindo..
un besote
aysh....
Le van a salir arruguitas de emoción al leerlo.
Besos.
Que ternura inmensa, Gata.
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