
Hacía frío en la terraza del tejado llena de estrellas, gatos y hierbajos, rodeadas de cascos de botellas vacías o llenas, Elena y yo contra la pared de la escalera fumábamos y nos pasábamos la cerveza, mientras la litrona se convertía a cada sorbo en la representación indiscutible de pensamiento no-optimista. Cuatro años sin vernos, y hace cuatro años, catorce sin vernos, y ahí estábamos de nuevo en un tejado con estrellas, gatos y hierbajos, riéndonos, mirando por un cristalito como en el salón ajenos el resto y los clientes charlaban alejados...
-¿Qué tal te ha ido la vida?
- Ainsss....
- Pues yo también, pero tus niñas son preciosas, míralas, son iguales que tu..
- Sí, pero ¿sabes? yo ya, a veces, no sé quien soy, me he perdido. Me he desdibujado... ¿Qué te ha pasado a ti?
- Bla bla... Me he perdido.
- Vaya situación. ¿Otro cigarro?.
- Sí...
- ¿Has leído Las mujeres que corren con los lobos?.
- No...
- Te gustará.
- Lo leeré. Tu hermana me ha dicho que necesitarían que viniera en Enero y Febrero para ayudarles con la casa rural, y me lo estoy pensando...
- Les has ayudado mucho en la cocina este puente, no sabíamos que te gustara tanto cocinar....Deberías hacerlo, podrías escribir y relajarte, y alejarte. Ayudarles con los animales.
- Sí, pero ha sido durísimo, no sé como aguantan. Hemos dado de comer y de cenar a más de cuarenta personas. Me duele todo, me ha encantado la experiencia, eso sí. Nunca había servido mesas, y puesto tantos lavaplatos y fregado tantas paelleras en mi vida. Y sí, me lo voy a pensar seriamente...
- Hazlo, no lo pienses. Gracias por las pinturas, a Angela le han encantado, esta mañana al levantarse lo primero que me ha dicho es "mama abre la caja que quiero ponerme a dibujar". Has acertado..., con tres años algo rosa y con purpurina no falla.
- Ese debería ser el ideal de felicidad ¿no crees? que pena crecer y que ya no te valga tener tan sólo algo rosa y con purpurina...
- Si ¿verdad? ... - contesta mientras las dos nos echamos a reir y de repente volvemos a tener de nuevo dieciocho años.
- ¿Tu dirías que tenemos la botella medio llena o medio vacía? - le digo mientras le paso la litrona.
- Yo diría que ésta en particular está ya demasiado vacía...
Mientras, algo muy parecido a la paz se hiende entre nosotras, el viento de la montaña se levanta, como si quisiera llevarse cosas de dentro lejos, en silencio acompañado, bebemos. A lo lejos, el camino desde Alcora a Lucena del Cid comienza a iluminarse de cientos de lucecitas, y el mar, tu mar, comienza a mezclarse en el aire con la sierra, y tan sólo se siente en el cabello, cierro los ojos y te imagino allí, y te mando mucho amor. Cuando nos levantamos después de la segunda botella de cerveza a las dos nos parece escuchar allá entre los árboles un aullido...
Sólo una mujer es capaz de entender el océano que habita en el corazón de una igual.

8 comentarios:
Muy personal y la foto, el reflejo que eres o quieres. El instinto femenino, incalcable.
Un saludo
Esas personas especiales que aparecen despues de cuatro o catorce y nos sentimos como si hubieramos estado juntos ayer.
Ese mirar la vida con alguien afín, y evaluar cuan lejos de nuestros sueños estamos.
Rosa es, lo de la purpurina lo puedo arreglar.
Excelente libro. Muy recomendable.
De verdad que viendo el pasado, uno acaba por pensar que la vida es una huida hacia adelante, una huída en la que estamos inmersos día a día.
Quizá esos momentos de cerveza y confidencias son como un lugar donde decir "salvado" como cuando jugabas a pilla-pilla de pequeño. Un instante lúcido durante el que pudiéramos decidir no seguir huyendo pero en el que no encontráraemos la clave para poder hacerlo, y nos supiéramos condenados a emprender la huida con el alba.
Seguiremos, gata, preguntándonos y pensando en lo que podría haber sido, en ese mar que es vuestro, en ese lugar y ese tiempo de conjunción del aliento.
Espero que siempre tengas un plan B mejor que el plan A. En cierta forma, sin que tú lo entiendas, te entiendo.
Besos de luna de desierto.
Leyéndote, me creo que ha de ser demasiada la profundidad de ese océano...
Fue mi libro de cabecera hace años. Recientemente necesité volver a él y nuevamente me deslumbra con su sabiduría y su amorosa comprensión.
Te entiendo gata, te entiendo profundamente.
Un abrazo muy cariñoso.
Angeles.
Si.
Estoy convencido de que solo puede hacerlo una mujer.
Besos.
Aunque sin dar un paso; gracias por ese paseo por la vida.
IDEA
“Cómo se darán los sucesos,
serás la neblina cálida con ojos y manos,
un enigma sencillo,
un beso vaporoso?
No habrá cadena más suave
ni enrejado mejor.”
Así escribía ella,
así murmuraba en sueños su humedad.
anuar iván.
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