Tipos de Acero

No veáis que frío hoy...

Ha empezado a llover y ha subido un montón la humedad, como si alguien hubiera hecho un comentario incómodo en una habitación muy pequeña llena de demasiada gente. La nieve empieza a deshacerse, y si miras a lo lejos no se distinguen las montañas del país vecino, supongo que porque la lluvia que cae está más caliente que este suelo lleno de blanco sucio, y una bruma rara lo empaña todo, digo yo que será por eso, por alguna ley física rara. Yo, de física no entiendo, la suspendía siempre, porque me la imaginaba, como un poco esto que estoy contando ahora...

Al final hoy, me han sacado de paseo, que genial, como un premio, no sé que habré hecho bien, si hubiera tenido colita la hubiera movido de un lado a otro (estoy hasta el tete de guiris ¿os lo había dicho?) y he podido hacer por fin las fotos de las fábricas de acero, y de los trenes pasando con vagones repletos de carbón hacía no sé donde, y de los musgos de este país tan gris. Y de las columnas de humo, que son hasta hermosas y que parten la ciudad en dos como un enorme corazón despedazado...

y del tren de alta velocidad, Ave que viene de París como los niños. Y del barrio obrero que Calatrava quería talar para construir su huesuda estación, lleno de tejados pequeños todos demasiado juntos, como casetas de perro, pero bonitas y grises, todas demasiado grises, finiquitadas por esas tejas metálicas platedas como escamas de pez abisal, que logran que imagines, lo que sería pasear dentro de cualquier página de Las cenizas de Angela...




Las putas ya no están donde estaban, se las han llevado al lado de las fábricas, supongo que alguno de los clientes más enamorados de sus botas blancas trabajan ahí, o no, vete tu a saber, no sé, nunca me he ido de putas. Había cola para llegar a sus escaparates, como diez coches delante, todos con un tío dentro con la lengua fuera. Eran las cinco menos cuarto y ya estaba la peña pensando en follar con alguien triste. Por que es lo que me ha parecido que eran algunas, paisajes tristes que esperaban, algo de lejos, pero nunca, nunca jamás de este ahora...

Había una negra, preciosa, con unos ojos más enormes que sus tetas, llevaba un conjunto de cuero rojo, tenía la cara muy bonita y la mirada muy cansada, otra con una especie de bañador negro brillante escotado desde el cuello hasta el ombligo que se pintaba delante de un espejo de mano la raya del ojo sin ayuda siquiera de un sólo dedo de lo apretada que llevaba la cola de caballo, y de lo alta. Estaba a punto de sentarse, parecía, una trapecista, faltaba la barra de equilibrio nada más para imaginártela perfectamente tentando a la muerte igual o más que Philippe Petit, de vecina otra con unos zapatos plataforma rojos charol enormes, que era lo primero que veías de ella según se llegaba a su atelier desde cualquiera de sus lados. Me hubiera bajado del coche desearle feliz año y preguntarle si podría hacer una foto de su pierna vestida con esa furia que rugía, pero iba con alguien que no entiende que necesito hacer estas cosas, estas que se resumen en -mirar-, y estoy tan cansada que explicar como soy, o lo que necesito como el agua, me parecía demasiado excesivo para el día 1 del año.

Así q me he quedado con las ganas, supongo que me saldrá un grano o algo...

Había cochazos, muchos de muchas marcas caras, y se alquilaban muchos escaparates que estaban vacíos sólo con una silla expectante como si fuera un escenario. Me he imaginado sentada en uno de ellos, yo leería un libro como Lucy, hace tres años, pero el mío seguro que sería de amor, y entonces no sé yo si entrarían los clientes...Luego he visto a un rubio gordo y resollante que las miraba como si fueran caramelos de chocolate que me ha parecido que tenía cara de psicópata, así que mentalmente me he levantado de mi silla, he cerrado la cortina del chiringuito, y me he metido a leer dentro, en el único sofá que tengo, al lado de una chimenea. Será que no sirvo para puta ¿Se podrá elegir con quién sí y con quién no? No sé yo.

En fín con casi ya dos años de paro, te atrapa desde el interior la sensación de que últimamente una no sirve para demasiado...

Miro y requetemiro sin descanso en Infojobs: Se busca princesa

y nunca veo nada similar...

:-P jejej