Chassé

La vi ayer...





...que cuando las cosas están de ponerse de moda, se ponen. Y todo vuelve y cuando vuelve, vuelve y es vintage o cool o retro o con alma, se llama de todo menos por su ex nombre.

Nos pasó una época por encima como un tren de cercanías, y nos tragamos Friebre del Sábado noche y Grease y algo más tarde todos pegamos un saltito en Flashdance cuando la única chica del mundo no-afroamericana a la que favorecía un pelo estilo Motown salió airosa de la prueba de baile y corrió hacia su novio que la esperaba en la puerta perro y ramo de flores en mano, aunque fuera muy feo...todo pa olvidar que entraba por enchufe, que total ya estaba dentro. Luego, llovió un poquito más y nos metieron en vena Dirty Dancing, Foot lose, nevó algo, quizás; se desmayaron cuatro gotas de un color barro sucio desde el cielo en los cristales de nuestros coches gasolina, y nos enteramos que pasaba una cosa muy muy muy lejana que se llamaba cambio climático mientras cercenábamos la caja entera de clinex viendo como nos crecía en la pantalla, hasta convertirse en cisne blanco no gay el niño Billy Elliot.

Antes, mucho antes de ese irlandés en miniatura, exactamente en el año 1985 se estrenó Noches blancas donde el por entonces llamado el bailarín más perfecto del mundo Mikhaíl Baryshnikov, lucía palmito y alas, y ponía de moda el ballet clásico para la llamada working class de Carmen Lomana (ese personajillo de carnes apuntaladas que nos insulta por igual de vez en cuando la vista y el oído) . Este año con Cisne Negro de Natalie Portman el ballet clásico en el cine ha vuelto, más vintage que nunca, aunque en mi opinión le sobre más de una hora a la cinta de Darren Aronosfky. Es aburrida, pretenciosa y tan cadenciosamente lenta que te da tiempo entre escena y escena a hacerte dos tortillas de patatas, y no sabes si es más thriller que psicológica o más psicológica que thriller, para acabar pensando sin piedad alguna que si la quitaras a ella, a la actriz protagonista, la película entera sería algo así como la zona cero con la ausencia de las torres gemelas.

Por lo tanto yo y mis películas raras (como dice mi adorado irlandés, que ya me ha advertido que conmigo va a ver Alien, Matrix y poco más ;-) os recomendamos la señalada más arriba, y que cuenta la historia real de Li Cunxin, un bailarín chino que abandonó su país y se instaló en EE.UU. La podréis encontrar en vuestros videoclubs (si es que aun os queda alguno por el barrio y si no: http://www.hispashare.com) porque no es de este año sino del 2009.

Es muy ...bonita ;-))

Os dejo la escena de White Nights donde Baryshnikov se baila Fastidious horses, (ante una única y muy muy ... húmeda espectadora ;-P ) una canción de Vsysotsky, un cantautor ruso (creo que el único que tienen) que da mucho miedito...



Buen fin de semana.

Muack