El domingo se me escapaba la mirada a el sol, era radiante. Entraba dentro de mi para quedarse y mitigarme un poco. Pensaba mientras observaba a todas esas personas sentadas como yo delante de un café que habíamos entrado en guerra y que todo el mundo caminábamos del mismo modo, lejanos, ajenos, porque las guerras ya se libran lejos y tan sólo ocupan un breve espacio en las noticias. Pensé exactamente que habíamos entrado en guerra y que en algún lugar tu, yo, cualquiera estaríamos pensando quizás, en pedir una pizza para cenar esa noche y que para hacerlo tan sólo teníamos que coger el imán con el teléfono del restaurante clavado en nuestra nevera.
Pero resulta que no hemos entrado en guerra, tan sólo según nuestro presidente formamos parte de una operación militar de respaldo para defender a la población de Libia de los ataques indiscriminados de su líder.
Resulta que hay guerras buenas, motivadas por una buena causa.
Un líder que subió al poder en el año 1969 y al que se ha agasajado en numerosas ocasiones, y al que se le han vendido armas desde estos países que hoy le declaran sorprendidos ante sus actuaciones, la guerra. Armas que está usando contra la población y ahora mismo, en este preciso instante contra la coalición.
Acabo de ver La llave de Sara. Cuenta la historia de una familia judía arrestada en la llamada Redada del Velódromo de Invierno. En Julio del año 1942 el régimen nazi ordenó a la policía francesa que apresara a todos los judíos residentes en el territorio. En París 9.000 policías tomaron partido en dicha redada. Fueron arrestados 4.051 niños, 5.802 mujeres y 3.031 hombres. Algunos pudieron escapar, a los que no lo lograron les ordenaron que cogieran tan sólo una manta, un par de zapatos, y dos camisas; después separaron a las familias y muchas de ellas jamás volvieron a reunirse. Algunos fueron conducidos a distintos campos de exterminio nazi, el resto fue enviado al Velódromo de Invierno de París. 7.000 personas tuvieron que subsistir durante cinco días sin comida y casi sin agua. Su número representó más de una cuarta parte de los judíos franceses que fueron enviados a Auschwitz en 1942, de los cuales sólo se salvaron al final de la guerra 811.
Debajo del suelo de Misurata corre un río color negro; los muertos de Bahrein de la semana pasada, valían menos; a los de Yemen todavía no les han puesto precio; de los Kurdos y los Saharauis ¿quién se acuerda? ¿sabe alguien acaso que Israel no permitía la entrada a Gaza de materiales de construcción desde enero del 2009 y que los niños están bebiendo agua contaminada por falta de canalizaciones salubres?
Pero resulta que no hemos entrado en guerra, tan sólo según nuestro presidente formamos parte de una operación militar de respaldo para defender a la población de Libia de los ataques indiscriminados de su líder.
Resulta que hay guerras buenas, motivadas por una buena causa.
Un líder que subió al poder en el año 1969 y al que se ha agasajado en numerosas ocasiones, y al que se le han vendido armas desde estos países que hoy le declaran sorprendidos ante sus actuaciones, la guerra. Armas que está usando contra la población y ahora mismo, en este preciso instante contra la coalición.
Acabo de ver La llave de Sara. Cuenta la historia de una familia judía arrestada en la llamada Redada del Velódromo de Invierno. En Julio del año 1942 el régimen nazi ordenó a la policía francesa que apresara a todos los judíos residentes en el territorio. En París 9.000 policías tomaron partido en dicha redada. Fueron arrestados 4.051 niños, 5.802 mujeres y 3.031 hombres. Algunos pudieron escapar, a los que no lo lograron les ordenaron que cogieran tan sólo una manta, un par de zapatos, y dos camisas; después separaron a las familias y muchas de ellas jamás volvieron a reunirse. Algunos fueron conducidos a distintos campos de exterminio nazi, el resto fue enviado al Velódromo de Invierno de París. 7.000 personas tuvieron que subsistir durante cinco días sin comida y casi sin agua. Su número representó más de una cuarta parte de los judíos franceses que fueron enviados a Auschwitz en 1942, de los cuales sólo se salvaron al final de la guerra 811.
Debajo del suelo de Misurata corre un río color negro; los muertos de Bahrein de la semana pasada, valían menos; a los de Yemen todavía no les han puesto precio; de los Kurdos y los Saharauis ¿quién se acuerda? ¿sabe alguien acaso que Israel no permitía la entrada a Gaza de materiales de construcción desde enero del 2009 y que los niños están bebiendo agua contaminada por falta de canalizaciones salubres?
¿Quién se acuerda de Sabra y Chatila? ¿Dónde estará eso?
No ha salido en la tele últimamente...
A Israel no se le relajan los esfínteres si EEUU no estornuda, y si lo hace le tiende su pañuelo... aparentemente blanco y el país de los rodeos se lo acepta con una coqueta sonrisa entre los labios.
¿Sabe alguien que el 78% de la población de Israel es de etnia judía?
A Israel no se le relajan los esfínteres si EEUU no estornuda, y si lo hace le tiende su pañuelo... aparentemente blanco y el país de los rodeos se lo acepta con una coqueta sonrisa entre los labios.
¿Sabe alguien que el 78% de la población de Israel es de etnia judía?
Ese pueblo masacrado hasta casi el exterminio y que debería por lo tanto enarbolar como
nadie
nunca
jamás
lo hizo antes, la bandera de la comprensión y de la tolerancia.
¿Conocerá alguno de ellos la historia del Velódromo de Invierno?
A mi me gustan de beicón, peperoni y champiñón y a veces le añado pimiento rojo,
muy rojo...
A veces es inevitable irse a dormir sin una mueca entre los labios que se debate por igual entre la naúsea y la tristeza.
nadie
nunca
jamás
lo hizo antes, la bandera de la comprensión y de la tolerancia.
¿Conocerá alguno de ellos la historia del Velódromo de Invierno?
A mi me gustan de beicón, peperoni y champiñón y a veces le añado pimiento rojo,
muy rojo...
A veces es inevitable irse a dormir sin una mueca entre los labios que se debate por igual entre la naúsea y la tristeza.
5 comentarios:
A veces me pregunto qué puedo hacer yo, qué podríamos hacer entre todos.
Luego pienso que cada vez estamos más cerca de la base de la pirámide, que dependemos demasiado del dinero...
... que toda la culpa la tienen los intereses...
... y que detrás de un interés siempre hay un interesado (que nunca dice en qué lo está)
Es probable que no consigamos nada, que nadie nos haga caso, pero querida Gata callar nunca.
Nada justifica esto ... sólo lo que todos sabemos dinero, poder, petróleo... lo demás les da lo mismo.
Somos peones de un cuento sin fin, un día nos dicen que el lobo es el malo otro que caperucita y hoy que la abuelita.... Lo peor se creen que somos descerebrados... y a veces lo somos.
yo no me callaré
así no !
y me encanta con peperonni y tomate rojísimo
;)
Totalmente de acuerdo contigo, lo de la guerra de Libia es una sandez como una catedral...
Besicos
Y yo de juerga..
Joder.
Voy a vomitar.
Y todo eso hace apenas unas décadas.
Besos.
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