Han dicho que van a tener un bebé - los inquilinos. digo- y yo me he encontrado mirando al suelo.
¿Se puede querer a una casa? ¿es posible? En ella no ha pasado nada,
nada,
nada,
nada
de
lo que esperaba.
Han pasado otras cosas, otras, pero nunca esa nada se convirtió en algo de lo recreado en mi cabeza.
Ahora respiro y vivo el día a día, no hay más, intento pensar hora a hora, me regalo eso, porque yo lo valgo, y decido que tiro a la basura para siempre, y decido que me quedo para siempre, como he hecho con las cajas que ahora llenan mi salón. Y he pensado: "ella cree que va a tener un bebé".
La gente no debería asegurarse tantas cosas, porque luego viene la vida y hace lo que quiere o no hace y no se sabe nunca que es peor...
Lo que me pregunto es porque coño, para mi siempre todo es tan difícil (que sí, que sí, que dentro de lo que cabe, que sé que existe África) No sé..., yo creo en Dios por ponerle nombre, y a veces le digo: "es que no entiendo una mierda tú" (así con acento vasco y todo).
Las cuestas arriba de mi vida, que no son pocas aunque exista África, que yo la he hasta visto, pues me digo: será por el crecimiento espiritual....
Pues estoy de crecer espiritualmente hasta los huevos y eso que no tengo, pero como digo siempre:
un día me los miro y ahí estarán.
Total que van a tener un bebé, e igual lo tienen, pero no sé igual se separan o les toca la lotería o el niño les sale directito al plato de Supernany, que visto así virgencita que me quede como estoy....
Que suelo más bonito tengo, me lo conozco todo, y a ese ciruelo en el jardín que planté, cuando sólo era un atisbo de verde, y que ahora mide más de cuatro metros. Pensaba: "yo ya no lo podré mirar más mientas leo tumbada en mi sofá, sola, sí, pero no me quejo, ya no". Y ésta que me mira y me dice: "que bonita casa tienes" (como si no lo supiera) se va a comer todo mi sol este verano...
Pues vaya mierda... así para mis adentros.
Y encima dando gracias, que han colgado el anuncio ayer y a los diez minutos se pegaban por mi ciruelo en la ventana...
Yo sigo sin entender nada pero supongo que habrá algo, algo al final de tanta caminata a parte de camino y horizontes. Algo que merezca la pena de verdad, aunque yo sólo le pido que pase poco tiempo para volver a ver crecer sus hojas, las de mi atisbo de verde, y estar tranquila, por fín, tranquila sin mi nada, pero mía.
Y he pensado, y lo he compartido con el suelo, que en el fondo me alegro de que mi casa vaya a vivir cosas que yo nunca, jamás viviré, es bonito pensarlo así,
es
justo.
Es.
vuelo
-
*martes, 19 agosto 2025. *Tengo que coger un avión y llego tarde (es el
mismo avión que en otros sueños, una especie de habitación metálica con
varios aien...
Hace 7 horas
1 comentario:
Fírmamelo con mi nombre, anda, si total, yo también tengo una nada. Grandiosa. Mía. Y creo que también tengo huevos, a mí ya me han crecido.
Publicar un comentario