11 de agosto de 2012

GRRRRrrrrrrr

Pero que mal se está cuando uno está tranquilamente en la cama tumbado, empeñadísimo en dormir, cerrando los ojos tan fuerte que las pestañas de arriba con las de abajo se asemejan a una Dionaea empachada 
y el sueño se empeña en irse de marcha.

Hacía muchos meses, casi un año que no tenía insomnio, es peligroso, significa exactamente:

tengo hambre de sueños nuevos, que no sean de piscifactoría neuronal.

Arderá Troya, lo sé... ;-P

3 comentarios:

Darío dijo...

Y si los sueños no vienen, pastillitas...siempre acabo ahí...Un beso.

emejota dijo...

Nada como una hora de ejercicio fuerte antes de acostarse. Bs.

Maria dijo...

Hay inquietudes por cumplir, quizás?
Saludos.