Ayer por la tarde empecé a impartir el curso de taller literario en la asociación de Fibromialgia. Al final se han apuntado diez personas. Nunca había hablado en público delante de tanta gente. En el fondo y aunque alguno venga a rebatirme, soy muy tímida y la verdad es que me sorprendió notar que no estaba nerviosa, o rara o no sé algo...
El día anterior estuve preparando la clase, no demasiado porque creo que las cosas tienen que fluir por si solas y así fue exactamente como ocurrió.
Estas personas son como yo, viven en el dolor, conviven con él todos y cada uno de sus días y eso nos une mucho. Desde el primer momento se creó un ambiente cordial en el que daba gusto respirar. Cuando me pongo algo nerviosa suelo soltar gracejos sin parar y enseguida surgió la risa. Ella es capaz de derribar los muros más altos entre las personas y siempre es la mejor medicina que uno puede aplicarse.
Me dejaron una silla desde donde podía observarlos a todos. Me sentí...no sé como explicarlo. Fue raro. Todos tenían en la mirada cierto halo de melancolía. Pero aun así estaban allí buscando algo que espero que encuentren, al menos un poquito de paz y comprensión.
A. es la más joven de todos, creo que rondara los treinta y pocos. Tiene una mirada voraz, y adora leer y escribir, pero dijo que todo siempre terminaba en la basura porque piensa que no lo hace bien, yo sé que no es verdad porque cuando habla fija sus ojos lejos tímidamente y su rostro se transforma cuando le preguntas sobre los libros que a ella le han transmitido más. Sé que nos dará más de una sorpresa, estoy segura de que tiene muchas cosas que contar. P. está muy triste, tiene 74 años y cara y aspecto de niña, es una señora suave y elegante que eligió el lugar más escondido de la clase y que no paró de sonreírme sin atreverse a mirarme a los ojos más de dos minutos seguidos. Me encanta E. me recuerda un poco a mí, y eso que yo estoy lejos de encantarme jeje... Es sencillamente encantadora y muy inteligente. Lo está pasando mal y no ve la salida. Fue quien más cosas aportó a la reunión. Es tranquila y muy dulce. Ella si que ha escrito alguna vez algo y aún lo conserva. Parece como si su corazón guardara en secreto otros mundos delicados y distintos a los de su vida cotidiana.
Todos se habían traído un cuaderno que olía a limpio a nuevo y a esperanzas. Sentí mucha ternura cuando les pregunté si sabían lo que era un mandala. Contestaron al unísono que no. Les conté por encima de que se trataba y ellos apuntaron en su cuaderno todo lo que yo les estaba explicando. Vamos a leer libros en voz alta todo el invierno mientras afuera llueven los grises y los fríos y nosotros con lápices afilados de colores vamos a colorear mandalas con todos los tonos de los arco iris. Abriendo así un camino desde el interior de cada uno hacia el exterior para lograr que se arranquen a escribir cosas de ellos mismos.
Empezaremos por "Amor en tiempos del cólera" ¿Cómo no? ...Ya sabéis mi debilidad por este libro único...
Por otro lado nos ocuparemos del dolor que existe en nuestro interior. Creo que es como agua entre rocas, buscando siempre como salir, y a veces hay que ayudarlo. No encuentro mejor manera para hacerlo que leer y escribir permutándolo hasta el infinito.
Algunas personas que se han apuntado a este curso no han leído nunca un libro. Estas personas tienen mérito doble. Para mi es un honor acercarles de algún modo este mundo fascinante de la literatura. Y que lean en clase el primer libro de su vida para mí es también un regalo.
Espero que les guste todo lo que tengo pensado hacer y que encuentren al menos un sitio donde guarecerse todos los viernes y sentir que son un poquito parte de algo...
Les leí aquello que escribí sobre la carnicería de Mariano del pueblo y les encantó ver como la cotidianeidad cobraba de alguna forma vida en un papel antes en blanco. Todos conocen a Mariano y se partían de risa con mi descripción. Fue un momento muy bonito. Es a la postre un proyecto muy bonito con el que sinceramente estoy encantada.
Hoy me siento muy bien gracias a todos y cada uno de ellos...Son geniales.
Cuando tenía 16 años escribí una frase: "Toda la literatura del mundo es una fotocopia de la luna"
Mi objetivo será que cuando el año que viene miren a la luna vean libros abiertos esperando y ¿por qué no? páginas en blanco esperándoles tan sólo a ellos y a sus sentimientos...
Ojala.
Besos
vuelo
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*martes, 19 agosto 2025. *Tengo que coger un avión y llego tarde (es el
mismo avión que en otros sueños, una especie de habitación metálica con
varios aien...
Hace 9 horas
7 comentarios:
¿Sabes, Gata? Dan ganas de apuntarse. Cuando a alguien le gusta y cree en lo que hace se transmite... Confieso que no soy muy devota de García Márquez pero me voy a leer Amor en tiempos del cólera, al leerte me han entrado ganas de leerlo.
Besitos.
ufff...cuesta hacerme emocionar. Y soy sincera contigo y me echan hacia atrás los textos largos. Es un defecto. Lo sé. Pero es muy superior a mi. Pero tengo que decirte Gata, que cuando alguien cuenta las cosas desde el alma, el tiempo se detiene y si encima de todo eres tu la que vive en primera persona la experiencia tan emotiva con esta gente, ya...cómo decirte? qué bueno que haya gente como tu, que cree en el poder la palabra.
No sé, me quedo corta con lo que te diga, porque aqui no se trata de analizar un texto, sino de una acción, y eso va mas allá de todo.
besos desde la gatera ;)
Bueno, tú si sabes dar vida a los personajes y la gente, y ese cariño que pones en todo.
Espero que te diviertas un beso
Sabes? hay poca gente que haga lo que haces tu...es una labor muy muy positiva...tienes tu invierno planeado..nada de quedarse parada...tu actividad...ayudar...comprometerse con la gente y tratando de ayudar...asi se hace!!!!
besotes fuertes!!
me he tenido q poner las gafas al entrar aquí, porque había tres soletes enormes por aquí (q si q me pongo de un cursi, pero es q es verdad jo ;))
ay... qué pena no poder asistir, creo que algo así me vendría muy pero que muy bien y con lo ameno que de ser pasar el rato contigo! como que me queda un poco lejos ¿no? mierddd!
abrazossss
Te he leido de un tirón...
Llevaba todo el día en casa como un zombi dando bandazos con esa opresión en el pecho tan asquerosa de las que somos como el pedernal y ¡por fin!.
Sí, he llorado. Por tus sentimientos, por tus calcetines, porque yo no los tendré en el suelo y ni siquiera sé si los querría, por la fibromialgia de ella que hace que me sienta mal cada vez que él me dijo que le he dado la vida estos días...
Gracias guapa. Ha sido genial y a la vez abrumador este paseo por tu casa.
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