No sé que decirte...
No sé porque te digo,...-nada- aquí
teniendo un mensaje tuyo en mi bandeja.
Me has encontrado.
Yo no te busqué distinto que otras veces.
Lo cierto es que nunca me marché...

Perdóname, pero en este mi otro lado del espejo,
es desde el único sitio donde siento ya que puedo hablarte.
No sé porqué...ya no busco demasiados porques en ningún sitio.
Sólo se me ocurre confesarte
que hay personas que son sed
otras son agua

y que yo por mucho que me empeñe en lo contrario
sé que tu siempre serás mi sed hoy y dentro de mil años.
El último recuerdo de mi piel,
mi niño...

Llevo evitando contestarte días, como quien lanza una piedra en el camino una y otra vez de un lado para el otro, y piensa, pero aún así sigue para delante...

El sol me da en la cara ahora, creo... y sé que te alegrarás por mi.

Me quedo con eso,
pero me quedo aquí...

Un beso Mario y suerte con tu libro