Y allí estaban, viéndose la película mientras yo en Madrid peleaba por distinguir el cúbito del radio. Que orgullosa estoy de ellos...Tengo a más de diez viejitos del pueblo viendo sin rechistar cuasi cine de autor, que se han leído todo lo que les he propuesto y también se me han animado a escribir sobre todos los temas que han ido saliendo en clase en sus cuadernos de cuadricula con letra inmaculada.
Hoy disfrutaremos de Pedro Salinas. Siempre fue mi poeta preferido...
A veces le leo cuando olvidó por desgaste o por tristeza como debería ser el amor...
y es el único capaz de hacerme recordar.
La verdad es que es un gusto estar con estas personas. Un placer, que hoy pienso degustar lentamente, porque hay pocas cosas en la vida que den tanto por tan poco.
Que os voy a contar a vosotros ¿verdad?
Os dejo un beso :-)
Por si os apetece ver la película:
3 comentarios:
No hay duda que los reencuentros con Pedro Salinas suelen alimentar el alma.
Eres muy afortunada por saber ver esas pequeñas cosas y que eso te de felicidad.
un beso guapa :)
En las pequeñas cosas estan los grandes detalles... muy buen la peli de pedro salinas no te puedo decir mucho... DISFRUTA un abrazo
Publicar un comentario