El otro día me ocurrió algo rarísimo. Pasaba yo totalmente engullida dentro de las tripas de un autobus, en el 28 para ser más exactos rumbo a la calle néctar, cual si fuera un colibrí, (me avisa usted, señor conductor que es la primera vez que voy en esta dirección. Sí, si claro hija...) y me pilló un disco justo en la misma puerta del Grupo Zeta. Me quedé mirando absorta su emblemático edificio, sus enormes baldosas de mármol gris que sirven de soporte a las no menos importantes letras de su nombre, y pensé así como para mi: "Anda! está aquí el Grupo Zeta..." A los dos minutos empecé a sentir un sudor frío recorriéndome todo el cuerpo de abajo a arriba y viceversa, y me envolvió un halo de preocupación, acojonándome como pocas cosas en la vida (otra vez barbaroja) y me dije: "coño, que cosa tan tonta. He currado con ellos y para ellos durante dos años de mi vida y los he pensado así como si no fueran conmigo"
¿Estará la locura anidando entre mis pechos?
- No. Imposible. No hay sitio. Se ahogaría a causa de mi canalillo.
Así que más tranquila ya me dije: No preocuparse Gema, debe ser que las pésimas experiencias laborales elevadas a la máxima potencia sostenidas durante un do demasiado largo para ser un do que lleve a ningún sitio, conllevan también, a parte de a un apreciable y considerable aumento del uso de la tarjeta de debito para comprarte unos fulares monísimos, que no te hacen falta para nada, porque a penas sales de casa, a pensarse como a alguien ajeno incluso de si mismo...
¿Seguirá mi jefe instigando a mujeres? ¿extorsionando a alguien por debajo de su cargo? ¿haciendo que curra sin currar?. Tenía que haberle pegado un patada en los mismísimos huevos aquel día, pero me quedé quieta, y sólo era capaz de pensar en una frase: "no puedo creer que esto me esté pasando a mi". Quieta contra la pared. Me fui de allí dejando mi cuerpo abandonado unos instantes, y cuando logré reaccionar, le aparté con un sólo brazo y una mirada que hubiera logrado romper el muro de Berlín. Y sentí eso que dicen que se siente, sentí asco y verguenza, y sentí muchas cosas, pero me las tuve que comer. Yo tenía un alquiler que pagar, iban a echarnos a 400 y no podía permitirme perder mi puesto, me había ido de mi casa, le dije: Lo siento. Quiero a otra persona y cerré la puerta deseándole buena suerte, y tirándole un beso que no sé si le supo a despedida, llorando por todo lo que no habíamos podido conseguir, y sin saber quien tuvo la culpa de los dos, y jurándome que nunca en mi vida iba a detenerme en ese detalle un sólo instante. Y me fuí a vivir a un cuartucho en pleno centro. Tenía 15 metros cuadrados, una cama, dos estanterías con esquinas rotas que me servían de cielo para la cabecera de la cama, un posavasos del Hard Rock que ni siquiera era mío de algo que ni reí, ni disfruté, un armario a los pies de ese lugar en el que me tumbaba a pensar en tí todas las noches, un pequeño aparato en el que siempre sonaba Mozart, y una ventana que daba a un muro blanco, que daba a un patio blanco, por donde veía pasar las nubes, mientras recordaba lo que me dijiste, ese día en el que yo te pregunté ¿cómo puedes...siquiera respirar? y tu dijiste eso de "sugestionándome". Cuando te escuché esas palabras decidí no decirte que me había marchado de mi casa. No debí fiarme de un tipo que ni fumaba, ni bebía. Las adicciones tienen mucho que ver con al amor. El total autocontrol es bastión tan sólo de bestias que cercenan sin piedad cabezas, besos, y todo lo que huela a sueños.
Al día siguiente de muchos días, subí a la planta quinta de recursos húmanos, abrí la puerta y conté todo lo que me estaba ocurriendo a otra mujer. Pedí ser parte de esos 400 de manera voluntaria lo antes posible, lo firmé y me dijeron que esperara en mi casa a que llegara mi despido....
(hija, ya has llegado a la calle néctar. Es la próxima parada. Que tengas un buen día...de nada, de nada. Cuídate)
ahora soy...,pues soy,
soy un...colibrí
que cobra en B...por hacer lo que le gusta, cuando le gusta y como le gusta
rumbo a la isla de muerta
con una botella de ron...
yo ho yo ho...
9 comentarios:
No te sientas mal, querida... yo también soy de tacos :)
besicos
Pues tienes razón en lo de los tacos.
No lo sientas para nada.
Un gusto leerte.
Besos
Lo de los tacos no es importante.Lo que a mí me ha calado de tu texto, es eso que dices de: "las adicciones tienen mucho que ver con el amor". Sabes... yo tampoco fumo ni bebo. pero en mi caso se trataba de la beida o de mi vida y tuve que elegir. No cercené, elegí entre vivir o morir. El alcohol me destruía y destruía mi vida, en cuanto al tabaco nunca me importó fumar. Creo que el amor no es una adicción y tampoco una obsesión; eso en todo caso son enfermedades. el amor bien llevado es comprensión y cariño y respeto y libertad de toda adicción y de toda cadena. Para mí ese es el amor verdadero.
Un beso.
He paseado por la calle del Néctar esta mañana de la mano del Google street view, por el lado del parque, se sobreentiende. No había autobuses pero sí un colibrí merodeando la terraza de una cervecería a la espera de un descuido. Es lo más cerca que he podido estar de ti. Luego me he subido a horcajadas en el satélite y me he vuelto, llegando por los pelos a una reunión de trabajo. Hace calor... toda la tarde preguntándome cómo afectará el calor a los colibríes.
Pero que majetes q sois ostis! ;))
jeje
Josef, elegiste bien, no lo dudes. Lo que he querido decir es que si eres capaz de "dejarte llevar" por una sustancia, que te embriaga o te llena los pulmones por puro placer, pues eres capaz de dejarte llevar en todos los sentidos. Él analizaba hasta la cuadratura de la puesta del sol todos y cada uno de los días, y machaca estar con un tio tan poco esponténeo...q además se vanagloriaba de ello como si no fumar ni beber fuera un síntoma de algún tipo de estúpida pureza, pero lo decía con 32 años todavía desde casa de papa y mama. En fin, que menos mal que esa época pasó, me acordé porque justamente hace un año de todo esto y me chocó la sensación de lejanía con todas las circunstancias.
Te mando todo mi apoyo, mi respeto y un besito. Me alegro muchísimo de que ahora estés tranquilo y conozcas tus límites. Eres un ejemplo y es un placer contar con tu presencia. Un abrazo amigo. Muaack ;)
Pero mi chiquitin!! jejej acaso no notabas el batir de mis alas de tu cuello para abajo?...vale, no muy muy abajo jejej. En serio, has estado en la calle néctar? jajaj, siempre q comento algo de madrid sigues mis pasos por google earth. Me parto de risa. Vouyeaur!!! Ven a verme mejor anda (puchero) ;P
besitos y gracias por pasar solete
Gata, sigue escribiendo eres maravillosa y lo haces muy bien.Ahora comprendo lo que querías decir, perdona no te entendí muy bien, pero tu explicación es más que suficiente. HUy! debo seguir leyéndote, escribes post a reacción. sabes eso me gusta. tienes madera.
Besos!
Joder Gata (uy, un taco) estoy alucinando contigo y esa dulcísima y brutal verborrea que nos regalas.
Besos.
Gracias Moderato ;) Si, me lío y me lío y al lío. gracias por lo q me dices. Eres un solecito
Leola, ostias tia! gracias ;P ...aunque lo de verborrea me ha dejado un poco así como pensando jejej Muack
Publicar un comentario