28 de abril de 2010

También sonaba Sting a veces.
Apagaba la luz y me quedaba quieta, pensándote,
y me preguntaba si de tanto pensarte,
tú,
me sentirías.

Esta canción siempre logró entristecerme profundamente..



Un día muchos meses después, supe que jamás iba a ser una persona fuerte. Un día supe que nunca iba a olvidarte. Un día todo de repente comenzó a darme lo mismo. Me levanté de una noche sin sueños, como supe a ciencia cierta que iba a ser mi vida a partir de esa mañana. Metí en la maleta todas las cosas que nunca fueron demasiadas para haberse ido del todo de ninguna parte, y el resto las encerré en el centro de una de las sábanas, y logré atarla haciendo un enorme atillo que ocupaba demasiado en cualquier parte. Llamé a un taxí a las seis de la mañana. Dejé entre los dos posavasos el alquiler de un mes, y bajé a la calle plantándome en el trabajo con toda mi vida en dos bultitos que abandoné ese día según se entraba a la izquierda del departamento de publicidad de la primera planta.

- ¿Puedo volver?
- Si...
- Gracias.

- ¿Qué quieres cenar?
- Hablar...
- No necesitas decirme nada. Compraré algo de vuelta del trabajo.
- Un beso
- Un beso

Jamás sabré que hay dentro del corazón de mi marido, porqué es capaz de amarme tanto desde tan lejos, y porqué siempre hace tanto frío. Hice daño a la única persona de mi vida que siempre estuvo ahí, a su modo, sí, pero siempre es una palabra que debería sustituir a amor, cuando se trata de querer a alguien. Le miro tantas veces en silencio preguntándome tantas cosas, y mientras, la vida pasa y ya ves, haga lo que haga siempre hará dos años de tus besos, o de esa vez que apartaste mi pelo hacia un lado para contemplarme de pérfil a la luz de una luna parecida a la de ayer, o de esa forma que tenías de coger mi rostro entre tus manos...

Tuve que empezar a olvidar...
Pero como puedes ver, comenzar siempre es difícil.

"Espero que algún día te quieran como te mereces", esas fueron las últimas palabras que te dije.

Después, colgué el teléfono suavemente.

¿Sabes? yo sigo girando algunas veces...








7 comentarios:

Espera a la primavera, B... dijo...

Uno tiene que ser muy valiente para reconocer que las cosas y sobre todo las personas son (somos) imprevisibles como el viento, que los sentimientos van y vienen, los deseos se deshacen como nubes, que las historias de lo que creemos amor (y lo creemos porque lo es) son como aquellas bengalas que de niños blandíamos contra el cielo. Y luego queda esto. Nos queda la realidad de la colada y los desayunos a solas, nos queda quien nos quiere y la costumbre, las manchas que no se van ni con Cillit Bang, las palabras vacías o a medio llenar.

Pero también queda lo único del día a día, lo inconmensurable del sol de esta mañana, el reto de la mancha que si se ha creído que me voy a rendir va lista, las palabras en un blog que medio vacían la pena, que blandimos contra el cielo como si fuesen bengalas. Palabras que son como un puente y que no tienen otra alma que la nuestra.

Nuestra alma que se arrepiente y se alegra de lo mismo, que pase lo que pase nos quiere desde dentro, que no nos abandona, que es lo que ven (y vemos) en ojos ajenos.

josef dijo...

La vida da cien mil y más vueltas, pero siempre nos quedan los recuerdos. como esta canción de Sting. de verdad, nunca la había oído y es... sencillamente sublime, te dejas llevar por ella y más si está en tus sentimientos. comprendo, aunque sólo sea a medias o nisiquiera un tercio, como te debes de sentir...
Besos.

Gata dijo...

Toni, me gusta como me lees. Gracias por ello y por el sol que has dejado al marcharte.

Moderato, sí, es preciosa. Un abrazo amigo

Leola dijo...

Duro. Y real. Y precioso.
Un beso.

M dijo...

¡qué canción!...a mi también me recuerda muchas cosas, me hacía imaginar muchas cosas... y también he cerrado los ojos para pensar más fuerte y poder hacer llegar y provocar... pues lo mismo.
Y con eso me conformaba, pero era mucho pedir...
Voy a echar un vistazo...

Belén dijo...

es que a veces lo que nos ocurre es que vamos a atacar a quién siempre está ahí...

Besicos

Gata dijo...

Un besito Leola. Gracias

M me encantó tu comentario, pero jajjaa ¿hablas de ti? ¿de tu chica? no te entendí nada jjaja

Es cierto Belén, sin ninguna duda, pero tb hay muchas formas de estar sin estar también, y todas ellas duelen más que un puñetazo en la cara, creeme.
Besitos