Walk up

Ayer salí un rato. Al final la escapada no pudo ser, fue una lástima porque hubiera necesitado incluso hasta alejarme de mi por 48 horas largas. Por otro lado estábamos en San Isidro, y un montón de gente se había echado a la calle para buscar, para encontrar, para perder o ni siquiera.

Fotografiar algo y lograrlo es un estado de ánimo, una forma de observarlo todo y elevarlo a una perspectiva que hable por sí sola. Miré mucho y no logré ver nada. Parí una sola fotografía aérea de 15€ la entrada con la copa, y me bebí a Jack navegando entre glaciares transparentes, sin perder la compostura ni el sombrero, mientras asestaba a la tripulación y al mar embravecido sendos bastonazos por igual. Y así hasta dos o tres veces que recuerde. Y pensaba en la noche. En que esta ciudad lleva tu nombre, en qué estarías haciendo en ese instante...

Siempre que a Madrid le ocurre algo e interrumpe su autista y luminosa rutina, esa que la aleja del uso de mi presente indicativo, me llama desde lejos, y yo acudo, sólo cuando promete convertirse en un pez abisal oscuro y silencioso. La fotografío y te pienso.

Ayer fumé, todo me daba igual menos la brisa, sólo pensaba en que estaría bien convertirse pronto en una nube, no soporto que me grite, me diluyo, me marcho lejos volando dentro de un vagón, y pienso en ti. En ti, que te has llevado contigo todos los atributos del amor, aún siendo una mentira, en esa ciudad allá abajo caminas probablemente de su mano, una mano hermosa, pequeña que puede seguirte el paso sin cansarse, que puede acariciarte por las noches, que puede ser en ti, mientras el resto de mi vive de los recuerdos de tus besos.

Que injusto es el amor, yo creo que no existe, no puede existir algo tan ingrato, tan cercenante, como si te entrara una guerra por las venas, pero existe, los niños mueren lejos, y no tengo derecho a la tristeza. Es como esta ciudad improbable que se engalana como un precipicio, de futuros, de sueños de otros que ya jamás serán yo y se me hiende hermosa, coqueta, cruel, cierta, pero cuando extiendo mis manos tan sólo es un reflejo...