Los vagones de los trenes guardan una inquietante correlación. Un vago parecido con la retorcida tersura de las calles del mundo en cualquier parte, a cualquier hora, más bajito y bello por las noches...
Historias diferentes tan iguales, como si fuera una torre de Babel sobre raíles precipitándose siempre, parece, hacia alguna parte.
Esa chica con el pelo largo del fondo insiste en permanecer de pie. Se ha peinado delicadamente, aunque las puntas de su cabello hayan roto filas desde que saliera de su casa. Lleva falda y hoy se va a enfrentar al mundo subida a esos bonitos zapatos. Limpios, llenos de diminutos dedos con sus uñas pintadas de un rojo muy furioso. Sonríe. Giro la cabeza lentamente hacia la dirección que observa. No hay nada, pero debe ser bonito de la leche, y sobre todo muy profundo, porque sus ojos brillan y se pierden cada vez más y más adentro. Yo creo que está paseando dentro de un beso que le han dado...
Primera parada, las puertas se abren y un silbatito simpático y un poco cargante nos trae a todos de vuelta, incluso los que duermen cuentan: aún me faltan tres. Ella no regresa, sigue allí, lejos...Entran ganas de decirle muy bajito al oído: te aviso, no te preocupes que yo me encargo de que Atocha no se te pase...
Yo también estoy de pie. Un túnel: mi imagen en el cristal, cara de sueño fundida en blanco sobre fondo de pelo largo...quizá ya demasiado. Voy toda entera vestida de negro hasta el rojo de las uñas ha perdido su rojez. Una señora mayor con mirada de Gioconda, y sonrisa eginética por igual mueve los labios suavemente como si rezara, le cuenta a los raíles que pasan veloces delante de sus ojos con rayos x, lo que quiera que sea que le inquieta, a su lado una joven con pose integra de bruxismo corporal lee ¡el cantar de los cantares! y yo me digo: ¡Coño! ¿pero todavía se lee eso por el mundo? (perdón por el sobresalto,pero imaginaros por un momento mi sorpresa):
¡Oh, si él me besara con besos de su boca!
Porque mejores son tus amores que el vino...
que cantidad de buen gusto encerrado en un cuerpo tan pequeño y cerrado al mundo. Parece como si quizás, no sé, como todos nosotros ¿no?, creyó un día y todo se desvaneció y desde entonces prefiere habitar en frases de antes. Yo como que la entiendo y esas cosas...
Él, en silencio, lee a Murakami, y yo sin querer le dibujo el rostro a carboncillo negro usando sólo mi mirada. Saltan trocitos oscuros, astillitas que manchan mis manos como de lápiz muy negro casi abismo, que se volatilizan en el suelo. Y me quedo ahí prendida en el contorno de su boca, resbalando, agarrada como puedo con una sola mano igualito que Tom Cruise en Misión Imposible enganchado con un sólo brazo a ese pequeño vértice en el Gran Cañon en la primera escena de la II parte. Caen rocas, no comprendo como nadie en todo el vagón no escucha el estruendo. Águilas americanas gritan en un cielo al que no podría mirar sin perder el equilibrio. Unos labios perfectos. Lee a Murakam,i enfundado en una camiseta azul con el símbolo Om en el centro rodeado de dos círculos en amarillo de una oración escrita en hindi. El algodón cae suavemente sobre su pecho dejando intuir las formas fibrosas y compactas de su cuerpo. Una chaqueta sencilla de lana. Vaqueros. Todo azul. Sus ojos no son azules, pero eso sólo lo sabe a ciencia cierta la página 58 de ese maldito libro de Murakami del que por mucho que bostece para disimular detrás de mi mano, y me contorsione luego, no logró leer el título. Su pelo es de color trigo oscuro, peinado con una especie de producto un poco para allí, para allá, acá, porqué no...para allá. Como si fuera un mar picado. Tanto azul, tanto mar. Seguro que le gusta el mar. Lo sé, seguro...
Es alto, incluso ahí sentado, su cabeza me llegaría por el pecho, yo ahí, tan de pie delante de él, pienso en que si me mirara un segundo, y yo fuera transparente o invisible, el símbolo om de su camiseta se fundiría en uno sólo en ese cristal que se vuelve opaco al pasar por algún túnel, con el que me tatué el año pasado en el coxis. Ese pensamiento me excita (estoy fatal. Lo sé). Siento ganas de acercarme lentamente a su oído y decírselo...
" Ding dong ding: Próxima parada...Atocha"
Miro, no sé donde, tengo calor...
- Es Tokio Blues...
Una voz habla...
- ¿Perdón?
- Es Tokio Blues...
- Ah - juro q estoy desapareciendo o que estoy roja como un semáforo, una de las dos cosas.- no lo he leído
- Te gustara...- dice mientras se levanta para bajarse
- ¿qué piensas del mar?
- Podría vivir en él... ¿cómo...?
- No sé... Murakami...
Sonrisa. Una sonrisa preciosa.
Me resbalo, me resbalo: Joder se baja...va a bajarse, se ha bajado...
Me he caído. Que dolor de culo....¡joder! aaaaaaagg.....
(texto registrado y presentado al concurso que ha convocado Renfe Cercanías titulado:
"El tránsito, el viaje, el movimiento hacia un destino")
vuelo
-
*martes, 19 agosto 2025. *Tengo que coger un avión y llego tarde (es el
mismo avión que en otros sueños, una especie de habitación metálica con
varios aien...
Hace 9 horas
7 comentarios:
Intento de nuevo, porque creo que algo pasó:
1) No leí a Murakami. Pero prometo hacerlo.
2) La cita del Cantar: Preciosa. Tanto que ya me dieron ganas de ir a leer a Fray Luis.
3) La escena con el que lee a Murakami: alto vuelo, alta excitación, altísima.
4) Tren=Babel-> Una imagen impresionante.
5) Ya ves que no se precisan migas para regresar a tu casa, que es preciosa. Yo me adjudico el descubrimiento y ruego, para que nadie venga a "tomarla".
6) Olvidaba un dato: las fotos son tuyas. La de la portada es simplemente Lyncheana.
Beso.
Me despierta muchísimo interés Murakami.
Y no me atrevo a sumergirme en él..
Una contradicción, supongo, como muchas..
Un beso guapa
Vaya! Me dijo mi cuñado que me presentara a ese certamen, y no he escrito nada!
El tuyo está genial.
Te deseo mucha, mucha, suerte.
UN abrazo.
Una lectura para disfrutar!
Y no me estoy refirendo a Murakami!
:)
Pulgarcito ;P miénteme...(joder me he vuelto a equivocar de cuento jeje..)
Gracias mi niño por ese ramillete que me has dejado de rosas con lilas y lirios, que me ha dejado los mofletes sonrientes cual si me hubiera tragado un paquete de perchas. Tú, sí q sabes adular a una ...a una, lo que quiera que sea que soy ;)
Un beso para ti tb
Cactus, es majo el hombre, tiene cara serio, pero es enrollao ;) anda ven tonta q te lo presento...
Josef, asi que te vas a animar a competir conmigo? aja! oye si te toca el viaje a París a ti ¿me invitas? :P
Gabi, si es que eres más majo...
jo. El otro día me contaron un chiste de caracoles y pensé en ti, decía algo así como:
...mierda, se me ha olvidado. Lo siento. Besitos
A veces el mundo a nuestro alrededor es perfecto y nosotros a oscuras, resentidos y anulados, solo nos limitamos a mirar.
leo Tokio Blues, amiga.:)
y el texto simplemente es precioso.
(estas ultimamente que te sales, puti)
P*i tú jajjajaj :P
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