13 de mayo de 2010

Pérdida..

Una vez ella conoció al hombre con el trabajo más triste del mundo...

Pasa los días sentado delante de una máquina que hace bip bip...Con la mano izquierda maneja un teclado blanco, con la mano derecha un bote de gel transparente y helado, lo echa sobre un vientre, y otro y otro y luego otro, y así durante todo el día. Pasa su máquina bip bip... y mira en su pantalla el milagro de la vida cada vez...

Era pequeño, y cuando le miró desde el marco del siguiente abismo que iba a tragársela para siempre, cuando se giró para decir: gracias, se le antojo aún más y más pequeño, derrotado y cansado y pensó en decirle que corriera, que se marchara pronto, lejos de allí, que aún no era tarde para él...porque ella, aunque sólo iba a pasar unas horas en el mismo lugar, sabía que después nunca podría alejarse...

Siempre le recordará con cariño porque fue la única persona que justo veinte minutos antes le dijo:

¿Estás segura de lo que vas a hacer? Mírame...mira a la pantalla.
Ella le miro a los ojos y le dijo: no puedo...

Se despertó cuatro horas más tarde. Sola. Todo era blanco, todo menos su interior. No le sintió dentro ya, y fue consciente de que a partir de ese día por siempre jamás se sentiría sola y con mucho frío. Se vistió y se marchó. Nunca ha vuelto a pasar por esa calle. Por eso soporta cosas, por eso y por nada más. Por eso sabe que la vida en cierto modo es justa.

Sabe que eras un niño. Una mujer siempre sabe esas cosas. El mes que viene habrías cumplido once años y está segura de que tu corazón era como el de ella.

Todos los meses de mayo ella corta dos rosas una para ti, la primera... siempre te piensa y te acuna desde dentro. Siempre...Nunca se marchó. Nunca te dejó solo, porque ella...ese día también se fue contigo.

La segunda rosa es para ella...

6 comentarios:

Petri dijo...

Pufff.. me has hecho llorar.
Te mando un beso niña

Darío dijo...

Tengo posiciones encontradas alrededor de este tema, posiciones encontradas conmigo mismo. Los niños me fascinan, pero el dolor de una madre no puede sentirlo un hombre. Beso

hécuba dijo...

Me he quedado sin palabras.

Espera a la primavera, B... dijo...

Llevo demasiadas horas pensando qué decir. Al final he pensado que lo mejor era no decir nada. Pero no decir nada es como no estar; y yo estoy. Lejos, cerca, en mi nube, en tu cielo.

Gata dijo...

Gracias.
Besos

Caos dijo...

Por cierto...

me quedé sin saber que escribir cuando lo leí, me aguaste los ojos.

hoy lo releo...y sigo en el mismo estado.

muy bueno, muy sincero, muy duro.

besos