Hoy he comprado unas flores pequeñitas moradas en el mercadillo al lado de la playa, tan pequeñas que parecían de mentira, tan mentira que puede que sean de verdad.

Todo está en calma. Al lado de la casa hay otra con un gallo loco que canta a cualquier hora, acaba de amanecer justo ahora, a las tres de la mañana lo menos por quinta vez consecutiva. Mis problemas de sueño se han venido también de vacaciones, yo soy yo en cualquier parte, esto es lo que menos me gusta de viajar, creo.

Carla duerme en su cuarto. Le brillan los ojos cuando habla de su país. Creo que desarraigo es una palabra mucho más triste cuando la pronuncia ella. Hizo frío y no salimos, unos cientos de cigarrillos prometiéndome no volver a caer y poniendo en off la voz de mi médico en mi cabeza, cervezas, una estrella, nubes, viento, cosas mías ¿mías?, cosas suyas. ¿Te he contado la historia de Roberto Carlos Ramos?, no, erase una vez...La voz se le quiebra cuando habla de su tierra, del agua de coco, de la picaña, luz, música hecha con cualquier cosa, fabelas, de estar lejos, orixas, allá hay gente que es feliz con nada ¿sabes?

Yo, me quedo un rato paseando por la forma que tiene de pronunciar orixa...

Un espejo pequeñito, Iemanja es vanidosa, un espejo y unas flores. Si lo devuelve a la orilla, es que ella no ha aceptado tu regalo. Si no, podrás pedirle tan sólo una cosa.

Esta mañana he paseado por la playa mucho rato. Levantarse y poder caminar es un regalo tan grande. No me he cansado nada, he ido hasta el final, dos veces y he vuelto con Silvio en las orejas, con ese modo que tiene de bailar con la tristeza. He llegado hasta una cala donde se acababa todo, y me he sentado con los pies colgando, con los ojos cerrados, con las olas de fondo y se me ha perdido un anillo y la cuenta del tiempo.

- Gema ¿Qué vas a pedir?
- Carla yo no creo en pedir cosas...
- Sólo son unas flores en el agua
- No pienso tirar un espejo al mar ¿por qué? por Nemo..
- ¿Sabes? creo que tu problema no es que no creas en pedir cosas...
- ¿No?
- No. Está en que te da miedo recibir.
- Espera que voy a hacerme una almohada de arena y ahora empiezo a hablarte de mi madre..
- Idiota..
- Tú...

Olas


- Dejar de sentir.
- ¿Cómo?
- Dejar de sentir.



Olas




Hay muchas estrellas en el cielo. Me voy a fumar el último mientras las miro. Allá, lejos, luces titilantes en el mar, de pequeños barquitos con gente dentro con corazones dentro que miran las estrellas, como yo. No hace frío. Es precioso. Mío. Para mí.