14 de diciembre de 2010

A través del espejo

He sacado la bici, comprado comida preparada, una bolsa de kikos y me los he comido sentada en un banco del parque mientras el sol me daba en la cara.

Ha pasado por delante un gatito pequeño que parecía saber perfectamente donde ir; una señora con rulos rojos y zapatillas rojas con una lechuga muy verde y rizada asomando de la bolsa que sujetaba con su mano derecha; un anciano que se ha quedado mirando las bicicletas de alquiler que el ayuntamiento ha sembrado por todo el pueblo, como si pudieran devolverle la juventud, al marcharse, sonreía; un chico árabe, otro portugués y otro argentino intercambiándose palabras desde sus latitudes como cromos: miércoles en árabe es arb´a que también es cuatro, por ser el cuarto día y se contruye como en portugués "quarta-feira"; una tórtola muy gorda con un trozo de pan integral en el pico; una chica morena con un bebe rubio que dormía y una niña con coletas y con un conejo blanco al final de una correa...


4 comentarios:

Espera a la primavera, B... dijo...

Me gusta tu día de banco, todos los bancos debieran tener cuatro patas y los banqueros deberían observar así com tú esta mañana.

TORO SALVAJE dijo...

No sé si aplaudir o llevarte al médico.

Petri dijo...

Haces poesia de lo cotidiano..
Un beso niña.

Lucía dijo...

Qué de cosas has aprendido mientras comías kikos. Aquí hace mucho frío y no se puede uno sentar en la calle ni cinco minutos, jajaja.

Besos