25 de julio de 2012

Unos dicen que nones y otros que pares

Me han ofrecido cantar en un restaurante en unas jornadas de flamenco. Yo he cantado, toda la vida en la ducha y una vez, cuando tenía 22 años en un bar de copas dos canciones acompañada por el guitarrista de Los Secretos, y me reconozco en algún que otro karaoke, por lo menos dos veces y de las dos, lo que si recuerdo es que no me dejaron bajarme del escenario.

Cuando era jovencita coqueteaba con la idea de que algún día fuera mi profesión, pero mis padres no quisieron ni escuchar hablar de ello y seguí cantando en la ducha.

Llevo toda la mañana dándole a varias canciones, y lo que puedo constatar es que con el flamenco se suda hasta empapar la camiseta, y las cuerdas vocales parecen patitas de chicharra. Tienes que cortar de golpe tu respiración para pasar de puntillas y pronunciar como un suspiro las últimas sílabas de las palabras, y es que es muy difícil el acento del sur (y más para una de los madriles), y meterte luego el aire a puñados, para que en la siguiente estrofa no pases a mejor vida...

No sé si lo haré, si puedo ensayar el suficiente tiempo con el guitarrista fijo que si, pero si no es muy difícil, no es un tipo de canto que pueda "imitarse", pero me he acordado de lo que un día me dijo Francisco Brines: "tienes que leer los poemas sintiéndolos palpitar y como si tuvieras los ojos cerrados" y me he sorprendido cuando he cantado lo mejor que he podido a voz en grito "En lo alto del cerro de Palomares"  y al final, al abrir los ojos me he dado cuenta que de alguna forma y sin darme cuenta salían lágrimas de mis ojos, solas, secas de tristeza, palpitantes...

Y en ese momento he sabido que para cantar flamenco, hay que estar tan lejos,
como yo estoy
o... allí,
en el país de los olivos y del sol...

Me apetece mucho recordar cantando, todo, lento, despacito, cantar lo que uno es por dentro, cantar tu vida acunándola, como cuando dicen que te mueres y la ves hendida, entera, en los últimos minutos...


4 comentarios:

Darío dijo...

Pago por ver eso...

Daniella dijo...

me ha encantado el final de esta entrada ,leerte ha sido justo lo que necesitaba,
P.D: me he quedado con ganas de que subieras algo pa oirte.
Haz lo que te apetezca!

Sonix dijo...

nada mas bonito que saber bailar un tango. bueno descubrirte.

saludos!

Gata dijo...

Dario: Y yo ;P jajaja... a ver donde acaba la historia.

Daniella: te he estado leyendo, no estés triste, la tristeza no es para la juventud es sólo para la gente que no puede ya mover los pies o las manos, baila todo lo que puedas, vale? y viaja, viaja mucho, mucho, mucho...Besitos

Sonix: yo de tangos ni idea ;) de momento estoy intentando estudiar la expresión del rostro de Camaron y tiene un jarturon de arrugas, todas sabias ;) Besos