19 de agosto de 2012

Canícula

Hace tanto calor aquí que creo que se me han derretido las ideas. Conservo la esperanza de que quizás también, este calor, haya servido, para que se me hayan caramelizado algunas cosas en el cerebro, cosas que me rondan a veces, fantasmas del pasado, cosas con patas que no sé de donde salen, igual que las pelusas de debajo de la cama. Me he atrincherado en la zona norte de la casa todo el día, huyendo de este clima que le es tan extraño a este paisaje, como a las historias de amor todos sus comienzos con bodoques.

He logrado así terminar La casa de Riverton, un librito que pronto, alguien, seguro, convertirá en película. Y es  que no me concentro en casi nada. Dicen que cuando tienes el ánimo un poco bajo o mirando a Huelva es lo que pasa. Puede ser.

He pasado toda la semana con una madeja en el pecho que se revolvía como un gato en un saco. Vino como se ha marchado, sin saber porqué. También han pasado cosas bonitas como esto


No sé que haría sin los libros y las películas...

Mañana han dicho que bajan las temperaturas, eso espero porque si no me van a salir escamas. Hoy le ha caído la de Dios a Garzón en Londres, así que esas nubes no tardarán en llegar aquí.

Pasar buena semana, voy a disfrutar de la visita de mi hermana. La llevaré a Brujas el día 24, la única ciudad del mundo, donde si logras esconder todos los camiones y las sombrillas de Cocacola se podría rodar cualquier novela de Jane Austen.

Besitos

4 comentarios:

TORO SALVAJE dijo...

Que llueva, que llueva, la virgen de la cueva...

Aquí el sol nos va a fusilar.

vera eikon dijo...

He caído aquí no sé muy bien por qué, pero, en primer lugar, decirte que has puesto en palabras toda esa blandura pegajosa que me hace sentir el calor, que me impide hacer cualquier otra cosa que no sea derretirme. Después, me encantó esa imagen de la madeja que se revuelve como un gato en un saco. Y al final me hiciste pensar en una película que vi por casualidad en la tele, y que fue una de esas pequeñas y encantadoras sorpresas que a veces nos depara el cine. Se titula In Bruges(en español se tituló Escondidos en Brujas), y recuerdo que me impactó la percepción de esa ciudad que tenía el personaje de Ralph Fiennes(quizás el último reducto de su humanidad..). Puede que la hayas visto..Y por último, pero no menos esencial, amo a los gatos...Un abrazo

Darío dijo...

Vos sabés. Que disfrutes este tiempo, a pesar del pegajoso calor...Un abrazo.

Julio Benavente Caballero dijo...

En un paseo por mis blogs amigos, me encuentro con muchos posts parecidos al tuyo, calor y fantasmas. Son las notas dominantes del verano.
Ya queda poquito. Ánimo que hay que aguantar unos días más.
Un abrazo y que los fantasmas de sean inspiradores.