18 de julio de 2012

L´idiote

Estoy cinéfila y plasta, justo por ese orden. Hoy le ha tocado el turno a Federico Moccia, al que tengo mucha, muchísima envidia por escribir libros imbéciles, sobre temas imbéciles, y tener miles de millones de fans por todo el mundo, incluida a servidora, bueno de sus libros no... si no más bien, me declaro a mi misma: groupie de sus reflexiones.

Es como Carrie Bradshaw, pero con testículos (digo yo, que eso nunca se sabe) y seguro que es feo (a ver, esperad un segundito pequeño, voy a poner su nombre en San Google y mirarle el careto. Sí, es feo, pero su nariz grande seguro lo compensa), porque un tio que escribe así, del amor, así como llamándolo, como no sé, como escribe él, pues muy agraciado me parece a mi que no debe ser. Los poetas no se comían una rosca, sobre todo porque estaban más preocupados por escribir del amor que por vivirlo.

En fin, a lo que iba, que me ha gustado la pelí, que me quito el sombrero ante el Sr Fernando González Molina, y sobre todo ante su director de iluminación, que hasta me he humedecido al ver una película española con las luces en su sitio, y ante Mario Casas, como que me quitaba todo.

Mirando a los protagonistas, en la típica escena de desvirgamiento adolescente, pensaba yo, para mis entretelas en la primera vez, no en la primera vez esa tan manida y clásica, si no en la primera vez que tocas a alguien, que le empadronas en tus huellas dactilares, que lo recorres a oscuras y conoces dónde, cómo, cuanto...

¿Últimamente? me encaracolo en mis recuerdos, se está bien ahí, se está cálido, y aquí aunque vosotros estéis pasando la de Dios con el sol, han bajado una barbaridad las temperaturas...

no quiero más,

se llora demasiado (después), o te da úlcera de esófago, como a mi, cuando ya no te quedan más gotitas en los ojos, y el limpia parabrisas de los párpados te chirría como las gomas secas contra los cristales y seamos francos aquí no hay tiendas Aurgi y todo cuesta un riñón repararlo. Cobras más en el viejo continente, sí, que no nos engañemos que España ya no es Europa, que se está quebrando, cruje y que da mucha pena mi país..., pero todo cuesta el doble, todo ya es demasiado costoso y a mi ya no me quedan monedas en los bolsillos, ni ganas, ni... pufff, que pereza.

Vaya, empecé bien, pero ya me puse triste como un tango (es lo que tiene ser capricornio, creerme)

Y como me ha gustado la película, he intentado comprarme el libro que continua con la historia y que se llama "Tengo ganas de ti" en Amazon, y no he podido, porque no estaba disponible en la edición de bolsillo, y como no podía, he chateado como una hora larga, con un amabilísimo chico de la susodicha tienda online, que se llamaba Esteban y que me contestaba desde Costa Rica, aunque él era de Perú, - me ha confesado  y también que se sentía sólo-, y digo yo, si los técnicos de los call center se sienten también solos
¿qué es lo que nos está pasando a los habitantes del planeta tierra...?

Mañana me compro el de tapa dura, total, siempre merece la pena una buena historia imbécil, con unas buenas frases imbéciles con las que envolverse por las noches...

Besitos de hasta mañana
(el título me lo dedico)





3 comentarios:

Bletisa dijo...

Hola Gata.
Yo de Federico leí dos cosas y me fuí a mis asuntos con mi corazón intacto.
A mí este sr no, nada.

Un beso y encantada de reencontrarme contigo.

TORO SALVAJE dijo...

LOS SOLOS

Los solos se delatan/
por una oscura nube/
que ensombrece su cara/
al sentir la muerte/
impresa en el alma/
y a veces también/
cuando su lejana mirada/
vestida de epílogo/
clava los ojos despoblados/
en un horizonte de silencios.

Gata dijo...

Hola Ble, q bueno verte de nuevo. Te seguía leyendo, q lo sepa usted.


Toro, todos estamos solos, siempre. Besitos pa los dos